Estrenar este agosto en este blog un día 10 como hoy es la
mejor manera que se me ocurre de destacar el paréntesis virtual de unos días de
viaje por vacaciones. Mera virtualidad, porque, si se quiere, hoy podemos
viajar con todos los aparejos para escribir y mostrar casi hora a hora todo lo
que nos pasa. Distinto es que uno lleve consigo un cuaderno en el que anota lo
que ocurre —un jovencito a la puerta de la Iglesia de Saint-Joseph de Biarritz
nos dio un pequeño recorte en cartulina azul que parece una nube de tebeo que
dice: «Sachez tirer parti du présent. / Que votre langage soit toujours
aimable, / plein d'à-propos, / avec l'art de répondre à chacun / comme il
faut.» —Col 4, 5-6). Ese pasaje de la Epístola a los Colosenses del Nuevo
Testamento —aprovechad el tiempo presente, que vuestra forma de hablar sea
amable, de buen gusto, y sabiendo responder a cada uno como corresponde— va
dirigido a los que no confían en Cristo, a los que vienen de fuera, como
nosotros esa tarde, que pasamos del ambiente festivo de un mercado bullicioso a
la quietud de la nave de una pequeña iglesia en la que una monja acompañada de
otra joven al violoncelo cantaba canciones cuyas letras podíamos seguir en los
folios que había en los bancos del templo. C. dijo algo parecido a que a ella le
gustaría dedicarse a eso. También dijo cuando llegamos a Biarritz que algunas
calles y fachadas le parecían conocidas por haberlas visto en películas. A mí
también; con Ava Gardner y Tyron Power en Fiesta
(1957); pero no, la verdad es que las películas más evidentes que pudimos
rescatar de las rodadas allí fueron Lo
verde empieza en los Pirineos (1973), con José Luis López Vázquez, Pepe
Sacristán y Nadiuska, El reprimido
(1973), con Antonio Ozores, Alfredo Landa y Enma Cohen. Lo de Ava y Tyron queda
para el Hôtel du Palais —nos denegaron la entrada como visitantes—; y lo
nuestro quedó en el Mercure Plaza Centre Biarritz que tiene su aire de art déco y su nombre tan bien puesto que
no se me ocurre ahora mejor sitio en Biarritz para quedarse en su puro centro. Hay
otra película que tiene a esta ciudad como escenario y que se titula El rayo verde (1986), de Eric Rohmer, y que me vendrá bien para relatar otro escenario.
La verdad es que el hotel es excelente. Habitación 209.
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