domingo, junio 29, 2025

La musa juguetona y divertida

Todavía no lo tengo en papel. Viene de camino. Pero he podido ojearlo en la página del IFESXVIII (Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo) como una de sus novedades digitales. Entusiasmado, me pongo ya a difundir la publicación de una obra de cuya elaboración tengo noticias desde hace más de veinte años: La musa juguetona y divertida. Poesía erótica española del siglo XVIII. Censura y resistencia (Oviedo, IFESXVIII y Ediciones Trea, 2025, 510 págs.), de Philip Deacon. Sabíamos que este brillante hispanista, de los más expertos sobre nuestra literatura del siglo XVIII, estaba escribiendo un libro sobre la poesía erótica española dieciochesca. Sabía que iba a ser una aportación notable en el estado de los estudios de la malparada lírica de la época de las Luces en España, y el paso del tiempo venía a confirmar la manera concienzuda y rigurosa de trabajar que siempre ha demostrado el que fuera profesor de Hispanic Studies en la Universidad de Sheffield. Dio muestras de lo que le ocupaba cuando habló del libro erótico dieciochesco en un congreso salmantino del Instituto de Historia del Libro y de la Lectura en 2004, o cuando escribió sobre el erotismo poético de autores como Arriaza e Iglesias de la Casa en el volumen de homenaje (2011) a otro de los grandes estudiosos de lo sexual literario dieciochesco, Emilio Palacios Fernández (1944-2017). Luego, otros avances del contenido de esta musa juguetona y divertida —que es un verso del primer canto del Arte de putear de Nicolás Fernández de Moratín— trataron Los besos de amor, de Meléndez Valdés y la certera atribución a Bartolomé José Gallardo de las Fábulas futrosóficas o la filosofía de Venus en fábulas, que es la obra que cierra cronológicamente el recorrido de un libro organizado en tres grandes secciones: I. Un cambio de mentalidad sobre la sexualidad; II. Frenos a la lectura de textos en torno a la sexualidad; y III. La poesía erótica española, 1770-1821. Contexto y pensamiento, persecución y censura, y recuento y análisis de los testimonios. Estoy deseando tener el volumen en las manos, y aprender y disfrutar de una monografía eminente y esclarecedora sobre la poesía dieciochesca, otra prueba que engrandece los estudios dieciochistas en este tiempo.

sábado, junio 28, 2025

La belleza de la escritura

Son muchas las páginas escritas por Miguel Casado de las que me he beneficiado como interesado en la poesía española contemporánea, en la obra de autores como Antonio Gamoneda, José-Miguel Ullán o Luis Feria, o como mero lector de poesía. En los últimos tres años, han sido numerosas las novedades que he conocido de primera mano de su trabajo, todas de extraordinario interés: en el otoño de 2023 apareció Deseo de realidad. Poesía reunida (Tusquets Editores. Nuevos textos sagrados), que juntaba en un único volumen sus libros de poemas desde 1986 hasta 2015, es decir La condición de pasajero, Inventario, Falso movimiento, La mujer automática, Tienda de fieltro y El sentimiento de la vista, toda su obra en verso, que aumentará pronto con una nueva entrega exenta en la misma colección. Un año después, nos dio a conocer a los lectores españoles la primera traducción de la poesía de la poeta china Liu Xia (Pekín, 1961) en la sugeridora antología Sillas vacías (Libros de la resistencia, 2024). Y este año 2025, esta primavera, ha salido Cosas contemporáneas. Ensayos sobre poesía (Libros de la resistencia), que es una compilación de sus trabajos críticos sobre poesía publicados —alguno inédito en español— en muy diferentes lugares entre 2008 y 2024, incluido el esclarecedor epílogo sobre la poesía de Xia que cerró aquella traducción. La componen también lecturas de nombres como César Vallejo, Roberto Bolaño, Tania Favela, Luis Feria, Claudio Rodríguez, Pedro Provencio, Mariano Peyrou o Gastão Cruz, cuyo poema de La moneda del tiempo, un libro que tradujo Miguel Casado en 2017 (Abada Editores), se toma como título del volumen («As aves de que sou contemporâneo / as árvores, os barcos que na ria / se movem ou se fixam sendo imagens / que simultaneamente brilham / em todos os momentos em que as vimos […]»). Además, en los primeros meses de este año se difundía otra obra de distinta índole de Miguel Casado, una nueva entrega de la sin par colección ideada por Gustavo Martín Garzo «De la belleza», que viene publicando Eolas Ediciones desde 2022. La belleza de la escritura (Eolas, 2024) hace el número 21 de una serie que se ha preguntado antes por lo bello de la infancia, de lo pequeño, del barrio o de la huella. La aproximación de Miguel Casado a la belleza de la escritura toma un poema de Carlos Piera («Ermitaño») para abrir y cerrar una reflexión articulada en la descomposición de los dos elementos del título y la suma que este propone: «De la belleza», «De la escritura» y «De la belleza de la escritura», rematadas por un listado de «Lecturas» que han servido para el conjunto. Como si el resultado dependiese de despejar las dos partes, los dos elementos. Por otro lado, la última sección es menor pero no menos significativa, pues «El que habla de la escritura la está leyendo» (pág. 27); de tal manera que la propuesta de Miguel Casado sobre la escritura es, sobre todo, una lectura. De una escogida selección de autores en la que están Arguedas, otra vez Vallejo, otra vez Gastão Cruz —ahora traducido: «Las aves de las que soy contemporáneo / los árboles, los barcos que por la ría / se mueven o se fijan como imágenes / que simultáneamente brillan / en todos los momentos en que las vimos». El breve recuento de la bibliografía de Casado de los últimos tres años cobra justificación por las páginas de este luminoso ensayo, porque en él están afectadas las facetas de poeta, de crítico, de lector y de traductor que son del autor. La escritura como acto y como habla está en todas, y desde todas esas dimensiones o actitudes cabe adentrarse en la reflexión sobre la belleza de la escritura que propone el libro. Que no es tanto la belleza sino la experiencia de la belleza que surge —verbo constitutivo— con la lectura de un texto, poético, por ejemplo. Tensión, instante, esencialidad o latigazo son síntomas que asoman en el recorrido por los fragmentos escogidos en el ensayo de Miguel Casado, que insiste en una idea de Émile Benveniste: «Todo hombre inventa su lengua y la inventa toda la vida. Y todos los hombres inventan su propia lengua en el instante y cada quien de manera distinta, y cada vez de modo nuevo. Dar a alguien los buenos días cada día de la vida es una reinvención cada vez». Insiste porque la recoge en la página 73 de su libro y la repite en su colofón. En tanto que acto de habla y de vida, La belleza de la escritura prolonga su huella mucho más allá de este simple comentario, y sigue aportando beneficios a este lector favorecido. Cómo se acomoda en esto la definición de 'escribir' que da María Moliner y que me ha recordado Andrés Neuman en su novela Hasta que empieza a brillar (Alfaguara, 2024): «Representar sonidos o expresiones con signos dibujados» (pág. 189). El pasado mes de abril, Miguel Casado habló sobre su libro en el programa de Fernando del Val Círculos concéntricos de Radio 5 y aquí puede oírse.

jueves, junio 19, 2025

Gamoneda, Javier y el sinsonte

El hospital y el sinsonte, aprender a volar es el título de la exposición de Antonio Gamoneda (textos) y Javier Fernández de Molina (dibujos) que se inauguró el pasado viernes 13 en la galería Ármaga de León. El conjunto de esta obra en colaboración es un libro de artista compuesto por trece grabados en diversas técnicas, y un poema manuscrito de Gamoneda concebido a partir de una suerte de revelación primera en una cama hospitalaria, con un pájaro, con Javier Fernández de Molina y con César Vallejo al fondo como arúspice de la palabra: «[…] Vallejo andará por ahí bendiciendo fusiles chuecos, o clamando universal el mendrugo […]». Una situación de partida que se ha venido reflejando en las diversas variantes que el texto ha tenido desde su concepción antigua. Recuerdo haber visto hace más de un año en el estudio del pintor en Mérida algunas de las propuestas del poema de Gamoneda, y algo de esta dinámica creadora puede observarse en la muestra, en la que hay algún vestigio de otros estadios previos que lo titulaban: «El sinsonte, Vallejo, nosotros mismos». O así. «El libro —puede leerse en el texto firmado por el poeta que está en la página de la galería— se inició con unas veinte líneas de texto poemático que confirmaban esencialmente el tema y los acuerdos previos, de los autores. Seguidamente, se dio un tramo dibujístico que produjo matices y variantes. El poeta, procurando ya la “obra integrada”, los hizo suyos en gran parte, y produjeron cambios textuales en el literal ya redactado del poema». Por su parte, el poeta leonés Víctor M. Díez escribe en otro texto que presenta la exposición: «El libro es de ver, es de abrir, es de escuchar. El libro es de leer con los ojos cerrados y la mente abierta. Este libro es una fiebre amistosa para sentir el jipío del planeta». Lo leyó en la inauguración mientras sostenía un teléfono a través del cual escuchaba Antonio Gamoneda, al que un virus lo retuvo en casa. Se lamentó su ausencia; pero se disfrutó de un buen jamón extremeño en León cortado por un experto de aquí y del reencuentro con buenos amigos como Tomás Sánchez Santiago, tan cercano. Un ejemplar del libro acompañó una muestra selecta de obra anterior de Javier Fernández de Molina, de piezas colgadas derivadas del hospital y del sinsonte, y de una magnífica representación de las extraordinarias cerámicas que aún esperan una exhibición pública del artista. El hospital y el sinsonte, aprender a volar es un magnífico epítome de un prolongado y sorprendente diálogo creativo entre el poeta y el pintor, y fue una ocasión estupenda para visitar la galería Ármaga de León.

domingo, junio 08, 2025

Moñino en la Económica de Badajoz

La semana pasada se presentó en Badajoz el número 27 —primavera de 2025— del Boletín de la Biblioteca de la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País de Badajoz dedicado a don Antonio Rodríguez-Moñino (1910-1970). Me alegro por este nuevo recuerdo del gran bibliógrafo de Calzadilla de los Barros, pues no sobran los gestos que subrayen la relevancia de las grandes figuras de la historia, en este caso, de un hijo de Extremadura, que como tal se reivindica en estas páginas. Lo hace una sociedad como la Económica de Badajoz en la que Rodríguez-Moñino ingresó como socio en mayo de 1927, es decir, con diecisiete años casi recién cumplidos, y en la que desempeñó la labor de bibliotecario hasta 1933. Las huellas documentales de su relación con la RSEEAP quedan oportunamente recogidas en el trabajo que cierra esta entrega de la revista —de sesenta y ocho páginas—, firmado por Laura Marroquín Martínez y Remedios Sepúlveda Mangas, responsables de su biblioteca, y que completan esa presencia con la relación de libros de y sobre Rodríguez-Moñino existentes en sus fondos, y con una addenda a manera de estrena —que se entregó al público asistente a la presentación— con los artículos y noticias relacionados con la vida y la obra del bibliógrafo publicados en diarios y revistas del siglo XX. Ellas, junto a Carmen Araya, componente como vice-bibliotecaria de la junta directiva de la RSEEAP, han sido las motivadoras y coordinadoras de esta publicación en la que se ha dado cabida a colaboraciones sobre aspectos biográficos de Moñino —en los textos de Julia Rodríguez-Moñino Soriano, de Ángel Zamoro Madera, de Ricardo Hernández Megías o de Adelardo Lozano Durán—, sobre su acción en defensa del patrimonio bibliográfico y artístico durante la guerra civil —en el artículo de Pablo Ortiz Romero, cuyo libro Antonio Rodríguez-Moñino. Luces y sombras del mayor bibliógrafo español del siglo XX, de 2021, ocupa el trabajo en el boletín de Manuel Pecellín Lancharro—, sobre otros lados de la extraordinaria figura del extremeño, como su poesía —en torno a la que escribe José Luis Bernal Salgado— o sus relaciones amistosas y epistolares —en las páginas que firman Juan Antonio Yeves Andrés, Antonio Ramiro o José María Lama—, o, en fin, la imponente presencia de las obras de Moñino en el Centro de Estudios Extremeños —Sara Espina Hidalgo—, en la Biblioteca del Seminario San Atón de Badajoz —Rocío Pérez Ortiz— y en la Biblioteca de Extremadura —Javier Paule Rodríguez. Entre un conjunto de veintidós aportaciones. Me alegra mucho, además, que este homenaje a una figura intelectual de tal envergadura en la cultura española del siglo XX llegue sin efeméride redonda, en 2025, como, en feliz coincidencia, la próxima publicación en el sello de la Unión de Bibliófilos Extremeños —otra sociedad cuya fundación está ligada al reconocimiento del nombre de Rodríguez-Moñino— de un imponente estudio bibliográfico que es continuación del que don Antonio publicó en 1955 con el título de Don Bartolomé José Gallardo (1776-1852). Estudio bibliográfico y que es obra de Alejandro Pérez Vidal:  Bartolomé José Gallardo. Bibliografía. Todo un homenaje doble a dos eminencias relacionadas, Gallardo y Moñino, que espero divulgar aquí en breve.

sábado, mayo 31, 2025

Presentes

Es un lugar común que la lectura nos hace vivir más, que nos lleva a otras realidades, nos emociona como si estuviésemos en un sitio deseado, al que nos sentimos trasportados al pasar con placer las páginas de un libro. En una novedad reciente del grupo Penguin Random House leo después del colofón: «Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro», de Emily Dickinson. A estas alturas, no vamos a descubrir el poder de la lectura para trasladarnos a otros mundos; pero hay veces que el placer promueve experiencias menos simbólicas y más corrientes, y establece relaciones con nuestro entorno más cotidiano por una simple coincidencia. Leía semanas atrás la novela de Paco Cerdà Presentes (Alfaguara, 2024), un interesante relato múltiple que toma como hilo el hecho histórico, afectado y siniestro del cortejo que trasladó a pie los restos de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante hasta El Escorial en once días de noviembre de 1939. En ese hilo se interpolan otras unidades textuales que son evocaciones, estampas o retratos de otros protagonistas como el Miguelillo que titula uno de estos fragmentos, que «tiene treinta y un años, se llama Miguel de Molina y esta noche actúa en el Pavón de Madrid» (pág. 55) y al que se llevan «Por marica y por rojo» (pág. 58) mientras yo contemplaba sus cosas, sus trajes, sus carteles, sus fotografías o sus cartas en la exposición que, en el ciclo para la preservación de la memoria histórica «Tiempo Negro», organizó la Diputación Provincial cacereña. En Cáceres estuvo confinado el artista entre marzo y abril de 1940. Más adelante, en «Valdemoro, km 387», otro capítulo de Presentes, escribe a mano en Mallorca un francés, Georges Bernanos, en unas cuartillas en las que se iba larvando la mutación del católico y filofalangista que condenaría la implicación indigna de la Iglesia en la guerra española: «No veía una cruzada religiosa. No veía ecos de guerra santa. Solo veía depuraciones a sangre fría y un clero oportunista, despojado de todo cristianismo, bendiciendo el aquelarre» (pág. 218); y a Bernanos escucho decir «—Desencantado. Muy pronto, el levantamiento dejó de tener aquella legítima aura nacional y cristiana que me había entusiasmado y se convirtió en una gran depuración. De pronto, en la cara de aquellos cura, militares y falangistas de última hora vi a los verdaderos enemigos de mi país, a los enemigos de la Francia eterna. Y dejé Mallorca antes de que mi voz incontinente resultara un perjuicio irreparable para los míos. Antes de que mi ejecución fuera comunicada como un accidente más de carretera». Se lo escucho por boca del actor Joan Gomila, que, junto a Òscar Intente, interpretan el diálogo del escritor francés con Stefan Zweig en la obra de Jaume Capó Z/B, que pude ver en la Sala Maltravieso de Cáceres el segundo día de mayo. Una sugerente reconstrucción de un encuentro que tuvo que darse en Brasil en 1942 entre los dos escritores, y del que ninguno de los dos dejó testimonio. Una propuesta escénica dirigida por Frederic Roda que pone el acento en un diálogo sobre cultura, escritura y dignidad, muy bien resuelta por dos intérpretes avezados que —me confesaron cuando los saludé al finalizar— todavía no tenían muy rodada la versión española de la obra en catalán, que en edición bilingüe me traje a casa (Barcelona, Mèl·loro rosso, 2024). Sin lugar a dudas, la lectura nos trasporta. En mi caso, a dos calles del barrio para reproducir a otra escala una experiencia de memoria que incorpora nuevos matices y significados a todo. A veces, leer a solas y en silencio nos predispone para probar con los demás y afuera, como el que quiere enseñar y compartir un regalo. 

sábado, mayo 24, 2025

Gaza

Buscaba un dato —que encontré, por supuesto— en mis cuadernos antiguos y me topé con este recorte de El País del verano de 2006, cuando visitamos Carmen y yo la isla de La Palma. Lo de «Ed. Canarias» no es más que había comprado mi ejemplar con un día de retraso, una mera curiosidad que no ha restado ni una pizca de aflicción a la lectura, en el contexto de la tragedia actual de Gaza, de aquella carta firmada por John Berger, Noam Chomsky, Harold Pinter y José Saramago. (Me llama la atención que en la edición digital del periódico que hoy se puede consultar falte la firma del Nobel portugués). Una desolación es constatar entre papeles domésticos llenos de recuerdos que la «larga práctica militar, económica y geográfica cuya intención política es nada menos que la liquidación de la nación palestina», de la que hablaban tan preclaros escritores, sigue justificando la masacre vigente de un pueblo; y recordar que aquellos aludían en su texto al secuestro del soldado israelí Ghuilad Shalit en junio de 2006, una acción que provocó la Operación Lluvia de Verano que causó más de cuatrocientas víctimas palestinas, de las que más de la mitad fueron civiles. No sé si la comparación de aquellas cifras con las que ahora llenan las noticias de todos los días desde octubre de 2023 podrá añadir indignación a nuestra mirada desde lejos a lo que sucede; si la contumaz hemeroteca podrá recordarnos que quienes tienen en su mano parar tal ruina son cómplices y consentidores y que, hagan lo que hagan, ya es tarde. Muy tarde.

martes, mayo 13, 2025

Poesía a escena

Hoy, en el Gran Teatro de Cáceres, se celebrará una lectura poética especial: Álvaro Valverde, Carmen Hernández Zurbano y Basilio Sánchez en ESCENA POESÍA. Una experiencia de la palabra, con tres voces principales de la poesía española contemporánea escrita por autores de Extremadura. La intención es arropar la escritura poética en un escenario inusual y ofrecerla con atractivos añadidos, como la música en directo de Juanjo Cortés, que bien sabe de música y de versos. Es una experiencia de la palabra ideada por el área de Cultura de la Diputación Provincial de Cáceres que está enmarcada en la Semana de la Literatura «Con L de Cáceres», la semana de los premios literarios que concede la Diputación cacereña. A las 20:30 horas. Entrada libre.