jueves, julio 23, 2009

Onettiana (1) Ínsula

Hace poco más de medio mes que se cumplieron los cien años del nacimiento del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti (1909-1994) y he tenido dos ocasiones especiales, por el momento, de recordarlo. El otro día pasé por la librería y compré el tomo III de las Obras completas, el de Cuentos, artículos y miscelánea, en edición de Hortensia Campanella (Barcelona, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2009); y estos días he leído el número de junio de la revista Ínsula (750), dedicado a Onetti y coordinado por la profesora de la Universidad de Granada Ana Gallego Cuiñas. Seguro que me confundo, pues no conozco en profundidad el estado de los estudios sobre Onetti; pero, a juzgar por el contenido de este monográfico, entre los hispanoamericanistas de la universidad española no hay muchos onettistas, salvando a la propia Ana Gallego. El chileno Jaime Concha escribe desde su Universidad de California, Roberto Ferro desde la de Buenos Aires, Magdalena Cámpora desde la Universidad Católica de Argentina, Edgardo Dieleke desde Princeton University, Elena M. Martínez desde el Baruch College de la City University de Nueva York, y Hugo J. Verani lo hace desde la también americana Universidad de Notre Dame. A éstos se suman los nombres de Mario Vargas Llosa —de él se da un capítulo de su libro El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti (Madrid, Alfaguara, 2008)—, Gustavo Guerrero y Fernando Aínsa.
Me alegra saber que Fernando Valls vocea también sobre esto.
Creo que, aunque Ínsula pueda ser una revista para iniciados —no lo es siempre y a veces ha sido ejemplar puerta de entrada al mundo de las letras y las ciencias humanas para vocaciones en formación—, falta en este monográfico una puesta al día de la bibliografía de Onetti, algún artículo más panorámico y menos miradas microscópicas. Ha sido un placer leer algunas de estas páginas sobre Onetti. En unas horas me llevo para unos días de vacaciones una buena cantidad de las del mismísimo señor don Juan Carlos Onetti.

miércoles, julio 22, 2009

Lectura de la prensa

Ayer martes, en El País, en la necrológica firmada por Walter Oppenheimer sobre el autor de la novela Las cenizas de Ángela, Frank McCourt: “McCourt estuvo marcado por el estigma desde su nacimiento: vino al mundo antes de los nueve meses reglamentarios porque su madre y su padre se vieron obligados a casarse porque ella estaba embarazada.”
Penalty, gol, tarjeta roja y expulsión. Y todo por haber llegado antes del comienzo del partido.

martes, julio 21, 2009

Anastacia

Ayer fui a Madrid con Pedro, a ver el concierto de Anastacia en los Veranos de la Villa. Es un seguidor entregado de esta cantante de Chicago con una gran voz con muy buen directo, salva sea la impresionante tecnología. Disfrutó mucho; sobre todo, por saber que en su afición no anda solo. Allí, en el escenario de Puerta del Ángel, caben 2.500 personas sentadas y estaba prácticamente lleno. Fue un concierto de dos horas precedido por unos teloneros de altura, Funambulista, de Diego Cantero. Anastacia estuvo muy bien, sus músicos, el montaje… Añade a su talento, además, una extraordinaria simpatía. Que se lo digan a Adrián, de Granada, que lo hizo muy bien cuando le sacó al escenario.
Gran programación la de los Veranos de la Villa, muy buena organización y un espléndido espacio aledaño del Campo del Moro y de la Casa de Campo, que permite contemplar un rato el perfil de Madrid por su Palacio Real y la Almudena, aunque no todo el mundo está de acuerdo. Pagamos 40 euros por cada entrada. Aquí, en Cáceres, casi todo lo que organizan las instituciones es gratis —Womad, Festival de Música Antigua, Play Cáceres…—, y si nos cobran 12 euros por entrar a ver a la Compañía Nacional de Teatro Clásico decimos que no dan facilidades.

lunes, julio 20, 2009

Amanece que no es poco

Siempre me pareció que la espléndida película de José Luis Cuerda era de 1988; pero se ha celebrado ahora el vigésimo aniversario de su estreno. Creo que fue en enero de 1989, por eso. Sea como sea, recordar esta obra, que sigue siendo clasificada en las fichas cinematográficas dentro del excelso y mal reconocido género de comedia absurda, es un placer. Lo hacen sin desperdicio en sus blogs Miguel Ángel Muñoz, de Almería, y Raúl Quinto. Dejo aquí esto.

domingo, julio 19, 2009

Jaume Sanllorente

Si hiciese una encuesta para averiguar qué nombre, entre el de Belén Esteban y el de Jaume Sanllorente, es más conocido, la diferencia de respuestas a favor del primero sería apabullante. No puedo superar la vergüenza que me da saber que la persona que responde a ese nombre gana mucho más dinero en un año que un maestro de escuela en media vida. Tan extraordinario como el oficio de maestro e igualmente válido para tan estomagante comparación es el perfil de Jaume Sanllorente (Barcelona, 1976), impulsor de un proyecto sanitario y educativo en Bombay, y a quien Manuel Ventero entrevistó hace unos meses en su programa Siluetas, de Radio Nacional de España, y que hoy han repuesto. Recomendable.

viernes, julio 17, 2009

Asperges de notas sobre la novela EL ESPÍRITU ÁSPERO (I)

Inducido por el apunte de Álvaro Valverde a propósito de la reseñina de Lluís Satorras de la espléndida novela de Gonzalo Hidalgo Bayal El espíritu áspero (Barcelona, Tusquets Editores, 2009), que estoy terminando de leer, publico ya lo que anoté el otro día al hilo de la lectura de la obra, antes de conocer la reseñina.

“No sé cómo puede despacharse una obra así en una crítica de urgencia.”
[…]

martes, julio 14, 2009

Baluerna

Me ha llegado a la Facultad el último número de Baluerna, y van treinta, que contiene el relato “Estómagos” de Diego González (Villanueva de la Serena, 1970), y su traducción al portugués. Siempre que recibo uno de estos pliegos, de distribución gratuita entre los viajeros de la Estación de Autobuses de Cáceres, celebro esta idea que nació hace ya casi diez años. En 2000 apareció la primera entrega, firmada por Álvaro Valverde —“Plasencia-Cáceres (o viceversa)”—; y luego, Javier Rodríguez Marcos, Antonio Sáez Delgado, un texto extraído de las Postales de andar extremeño de Fernando Pérez Marqués, Basilio Sánchez, Santos Domínguez, Fran Rodríguez Criado, Hilario Jiménez, Antonio María Flórez…; otros autores como Andrés Trapiello, José Luis García Martín, Ángel L. Prieto de Paula, Martín López-Vega, José Luis Puerto; los representantes de esa vocación portuguesa del proyecto, en el que se nota la mano de Antonio Sáez, traductor de muchos de los textos; así, António Cándido Franco, Ruy Ventura, José-Alberto Marques, António Salvado…
Reza una nota final que viene publicándose desde el primer número que Baluerna surgió de las conversaciones que mantuvo Eduardo Hernández con sus amigos poetas Javier Rodríguez Marcos y Antonio Sáez Delgado. De aquello, esto. Una afortunada materialización de un afán encomiable de difusión de la literatura que, como no podía ser de otro modo, recibió en su primera convocatoria, el reconocimiento de uno de los Premios al Fomento de la Lectura en Extremadura en 2002.

lunes, julio 13, 2009

Hilario Bravo

El pasado jueves 9 inauguró el pintor Hilario Bravo (Cáceres, 1955) su exposición Ut natura en el Patio Noble de la Asamblea de Extremadura en Mérida. El crítico Carmelo Arribas, en Extremadura al dí@, escribe sobre esta nueva serie de Hilario que toma el paisaje extremeño como base. En la misma página puede verse un video de casi cuatro minutos con un amplio recorrido por la muestra. No he visto la exposición aún en vivo y no tengo el catálogo; pero supongo que el enjundioso texto de Michel Hubert Lépicouché que puede leerse en el blog de HB forma parte de él.

domingo, julio 12, 2009

Japón

Ex Oriente lux. Recuerda este lema Fernando Rodríguez-Izquierdo, profesor en la Universidad de Sevilla y presidente de la Asociación de Estudios Japoneses en España, al presentar este volumen que acabamos de publicar en la Universidad de Extremadura. ¿Qué es Japón? Introducción a la cultura japonesa (Cáceres, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 2009) es un libro de quinientas ochenta páginas que recoge más de una treintena de trabajos sobre aspectos muy diferentes de la cultura japonesa, desde el sumo al haikú, desde el teatro a los envoltorios de regalos. Akira Yamada, Ministro de la Embajada el Japón en España, que colabora en la edición del libro, escribe sobre el manga en un texto divulgativo; José María Cabezas, Cónsul Honorario de Japón en Andalucía, lo hace sobre el espacio urbano desde planteamientos más especializados. Masaki Tsunokawa, de la Universidad de Tokai, nos informa sobre la psicoterapia del psiquiatra japonés Morita (1874-1938), que proscribió de su rostro la risa para no parecer tonto. Y algo sobre la cultura del arroz puede verse en las páginas de Kayoko Takagi, de la Universidad Autónoma de Madrid. Todo se debe al apasionamiento de Fernando Cid Lucas, un japonólogo en Extremadura, con lo que todo queda dicho.
Y el mejor enlace que he encontrado para realizar la compra es éste.

jueves, julio 09, 2009

VII Encuentro y Festival de Poesía y de las Artes en el Medio Rural

Estuve en Morille (Salamanca) en marzo del año pasado, invitado por Manuel Ambrosio Sánchez, alcalde de este pueblo charro a unos dieciocho kilómetros de la capital. Manuel Ambrosio es profesor en la Universidad salmantina, dieciochista, editor de Las españolas náufragas de Segunda Martínez de Robles, que apareció en 2000 como primera entrega de las Publicaciones del Grupo de Estudios del Siglo XVIII de allí. Me habían invitado Fernando R. de la Flor y él a formar parte del tribunal de una tesis que dirigieron. Me sorprendió lo que ahora llaman neorruralismo, la granja escuela de unos hospitalarios Cristina y Fernando, el Cementerio de Arte y las cenizas de Klossowski, lo que contaron de Domingo Sánchez Blanco, la biblioteca de la casa de Manuel Ambrosio en su contexto… He revivido en estos días aquella noche memorable al recibir por vías diferentes la información del VII Festival de Poesía y de las Artes en el Medio Rural organizado por el Seminario de Discurso, Legitimación y Memoria que dirige Fabio Rodríguez de la Flor, en el que andan Fernando R., M. Ambrosio, Amelia Gamoneda… Será este fin de semana, del 10 al 12 de julio. (Si pinchas sobre la imagen, se amplía y puedes leer el programa).

miércoles, julio 08, 2009

De historia local

Se puede poner en duda, y con razón, que menos de treinta hojas manuscritas como respuesta a un cuestionario solicitado por la Capitanía General de Extremadura en 1828 constituyan una Historia de Zafra; pero no su valor histórico y, menos, la justificación de su publicación por primera vez en una edición facsimilar de la copia completa conservada en la Real Academia de la Historia (Fondo Ángel Ferrari). Y protesto. Pues no por tratarse de la ciudad en la que nací y de mi hermano —con el lujazo de compañía de Juan Carlos Rubio— voy a dejar de decir que éste es un ejemplo sobresaliente de historia local bien hecha. La diferencia que hay entre el resultado de esta investigación y la labor, encomiable, sí, a pesar de todo, de tantos aficionados locales y cronistas oficiales, es abismal. Se nota si uno se molesta en leer estos trabajos, que deberían acompañarse de una igualmente digna presentación. No es el caso, y se vuelve a defraudar al rigor historiográfico con la desatención editorial. Seguro que con los años lo conseguimos.
El manuscrito del padre dominico Matamoros en el que responde al requerimiento de la Capitanía General de Extremadura es transcrito y anotado, e introducido con unos textos que son ejemplares para la información sobre Zafra y su contexto histórico en los tiempos ominosos del reinado de Fernando VII. En ellos está mucha información que tendrá que ser utilizada como referencia para estudios posteriores. Sí.
Le debo a mi hermano más datos para la referencia a un tal Antonio Reyrruard que recoge Matamoros y que el propio Vivas Tabero incluía entre los genios inmortales de mi pueblo. No pude dárselos en su momento y ahora le pongo aquí que a Reyrruard lo cita Bartolomé José Gallardo en una carta de 1830 en la que narra sus esfuerzos por publicar un Memorial en defensa de las 'Poesías' de José Iglesias de la Casa, retirado de la circulación, y destruido. Dice Gallardo que el zafreño Reyrruard medió ante el Gobernador de Salamanca José Urbina para publicar el memorial. Lo recoge Rodríguez-Moñino en su estudio sobre Gallardo de 1955 reeditado por la UBEX en 1994.

Historia de Zafra por el reverendo padre fray Antonio Matamoros del Orden de Santo Domingo 1828. Edición, introducción y notas de José María Lama Hernández y Juan Carlos Rubio Masa. Zafra, Centro de Estudios del Estado de Feria y Museo de Santa Clara, 2009.*

* Nota bene: 2009, sí, aunque parezca desdecirlo la fecha que figura en la portada [2008]. 2009 por la certeza del Depósito Legal y, sobre todo, del sentido colofón: “Este libro se acabó de imprimir el 16 de junio de 2009, un año después de que nos dejara Manuel Peláez.”

martes, julio 07, 2009

El cuaderno escolar de Juan Ramón Santos

Quien quiera leer un buen libro de cuentos para disfrutar que lo haga con este Cuaderno escolar (Cortometrajes), de Juan Ramón Santos (Plasencia, 1975), publicado en la colección “La Gaveta” de la Editora Regional de Extremadura. Desde que aparecieron los primeros Cortometrajes (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2004), el nombre de Juan Ramón Santos se convirtió con justicia en uno de los más recomendables en el relato corto entre los extremeños. Ahora, tras varias colecciones de relatos, creo que este Cuaderno sobrepasa cualquier limitación geográfica.
Llevaba leídos unos cuantos cuentos cuando me acordé de Gonzalo Hidalgo Bayal. Sí, fue cierto gusto en el estilo, el humor, la “Exégesis” o, más adelante, “En mi vida me he visto en tanto aprieto”. Entonces, fui al final, a “Dedicatorias, reconocimientos”, y allí encontré a Gonzalo, a quien Juan Ramón dedica el breve relato “Los martes, mercado”. Sabía que J.R.S. había sido alumno de G.H.B. en algún taller literario. Días antes de recibir el libro y de leerlo, vi a J.R.S. en Plasencia. Yo iba con G.H.B. No hablamos. Estábamos en una iglesia, acompañando a Yolanda, a Álvaro, a Leticia y a Alberto, en un mal trance. De vuelta, por una calle hacia la plaza, G.H.B. me habló de un tal “Cartones”, un personaje placentino, y me dijo que J.R.S. lo había incorporado a uno de sus cuentos en su último libro; éste que ahora he leído. Así que ha sido inevitable ver a Gonzalo en el libro de Juan Ramón.
Sabe moverse el autor de este Cuaderno escolar en diversos grados y en diversos tonos de la distancia corta en materia narrativa del cortometraje. En el microrrelato que es "Invitación a la lectura”, de Kafka a Borges (copio aquí el texto completo, con permiso del autor y del editor: "¿Será acaso el Odradek un aleph portátil?"), como mínima expresión de una serie en la que hay otros ejemplos notables de media docena de líneas, como “Necrológicas” o “Cotillón”; en el juego de ingenio y el texto lúdico del articuento a lo Millás; o en el relato neto que aplica muchos de los constituyentes básicos de un género que tiene en la liberalidad imaginativa y de construcción su piedra xilofonal. Hay piezas excelentes, una disposición con sentido estructural de los 42 textos, algún desfallecimiento imaginativo a costa del recuerdo —en “La medida de todas las cosas”—, cierta inflación de los gerundios en “Ardor fraterno” y mucha calidad y amenidad literarias. Por esto, estoy seguro de que el lector disfrutará con esta lectura.

lunes, julio 06, 2009

Arte en la calle

Esta fotografía la hice ayer a cincuenta metros de la puerta de mi casa, en el callejón que une las calles Hornos y Gallegos con Pizarro, a cinco metros de la fachada del futuro Centro de Arte Contemporáneo Helga de Alvear. Eran las tres de la tarde. Tengo ganas de que se inaugure ese centro; al menos ese día el entorno estará dignísimo.

Cáceres evocado


El viernes hice esta foto en la Plaza de Caldereros, a escasos metros de la recreación histórica titulada Cáceres evocado, que se postula como una propuesta de dinamización del patrimonio. Yo me pregunto por qué había esa noche a las nueve y media más coches de los habituales (sic) en esa plaza: porque habían sido desplazados los que no podían estacionar en la de San Mateo ni en la de las Veletas —ocupadas por la escenografía de la cosa— o porque de algún modo había que llegar allí para visitar la recreación histórica de los tiempos de Felipe III (sic).

Obsceno

—¿Cómo va vestido, Natalia?
La pregunta se la ha hecho desde el estudio de Radio Nacional de España un profesional del periodismo deportivo a Natalia Ayala, enviada especial al lugar al que llegaba en riguroso directo el jugador de fútbol Cristiano Ronaldo. Para cubrir la noticia de su presentación esta noche se han acreditado casi quinientos periodistas de sesenta diarios extranjeros y españoles, y unas sesenta televisiones de todo el mundo; algunas menos que cuando, en el verano de 2003, se presentó el futbolista inglés David Beckham. Repito la pregunta:
—¿Cómo va vestido, Natalia?

jueves, julio 02, 2009

Verano (Himno)

Para y óyeme, ¡oh Sol! No te saludo


miércoles, julio 01, 2009

El soplo interior de Antonio Moreno

El lunes, en un examen, terminé de leer El laberinto y el sueño (Sevilla, Renacimiento, 2009), de Antonio Moreno (Alicante, 1964). La primera vez que alguien me habló de Antonio Moreno fue el 6 de noviembre de 1997. Lo preciso porque fue la noche de la trágica riada de Badajoz. Horas antes, en la mañana del día 5, María José Flores defendía su tesis doctoral sobre variantes textuales en la poesía de José Manuel Caballero Bonald —que estuvo presente. Por la noche llovió a mares. El cielo descargó tanto que en Badajoz una riada provocó 21 muertos mientras nosotros no podíamos salir de un bar de la calle Sergio Sánchez de Cáceres. Allí, Ángel L. Prieto de Paula, pasada la medianoche, me hablaba de un poeta excelente: Antonio Moreno.
Tardó poco Ángel L. en ponernos en contacto, pues en diciembre ya tenía en casa un libro de Antonio, Solar antiguo, galardonado con el Premio “Villa de Cox” de 1996. Luego fui recibiendo otros con el correr de los años —Visión del humo, Alrededores…—, hasta que hace un mes y pico me llegó El laberinto y el sueño. No es un libro de poemas, no; se trata de un nuevo y brillante ejemplo de obra que sortea la adscripción genérica de manual. Dietario —con sus fechas, septiembre de 2004-primavera de 2006—, o a modo de diario, como dijo Álvaro Valverde, narración breve, libro de estampas, de viaje —corto—, de prosas poéticas que sueltan las amarras de los imperativos categóricos del espacio y del tiempo —como “Ventana”; ay, los pájaros—… Y si el género es esquivo y escondido, también la localización de la escritura; pues el libro está escrito en un pueblecito de la sierra norte de Alicante. Y la causa por la que el hombre recaló en ese lugar fue igualmente esquinada, fue absurda. A partir de la explicación de esto, que se da en el primero de los textos, del mismo título que el libro, “El laberinto y el sueño” —que debía haber ocupado cinco páginas, y no cuatro—, todo cobra sentido y vida, se llena de nombres y experiencias, los números dicen, todo lugar es asumible y las fechas nombran.
Ha sido una lectura muy placentera la de esta especie de público ajuste de cuentas con algo de azar o sino personal e íntimo. El laberinto queda como experiencia de ese hombre, queda atrás; y el sueño, también suyo, como su pie descalzo o el último viernes del año 2005, pasa al territorio del lector, que lo asume.