jueves, diciembre 29, 2005

De libros de cabecera

Anteayer sorprendí a mi madre con uno de mis libros en la mano. Era un estudio sobre la obra literaria del escritor tinerfeño José de Viera y Clavijo (1731-1813), de Victoria Galván, profesora, amiga en Las Palmas. Quería ponérselo en la cabeza, pero le resultaba muy pesado, me dijo mi madre. Al parecer, una de las enfermeras del Servicio de Rehabilitación al que acude todas las mañanas le ha recomendado, para corregir un encorvamiento propio de su edad (que, dicho sea de paso, no es lo que le tratan allí), que camine en casa un ratito con un libro sobre la cabeza. La gentileza de la enfermera es directamente proporcional a su candidez. Quizá mi madre le dijo que en casa había libros y la sanitaria encontró el remedio.
Le di los Estudios sobre Fray Luis de León, de Ricardo Senabre, que editó la Universidad de Salamanca en 1998. Mucho mejor. Ciento cuarenta y ocho páginas frente a las seiscientas veinte del tomo del Cabildo de Gran Canaria. Las escasas dotes de equilibrista de quien me dio el ser dieron con el bello librito de Senabre en el sofá. Menos mal, me dije, porque no estaba yo para estropear mis volúmenes con ejercicios dudosos.
Entonces, tomé un ejemplar barato, de escaso miramiento bibliofílico, uno de los volúmenes, el último, de la colección “El viajero” de EL PAÍS, el 35, País Vasco II (Interior). Pero las cubiertas plastificadas lo hacían resbalar con gran facilidad desde la cabeza de mi madre, ya encarando el pasillo para llevar a cabo el ejercicio en toda ley. No podía ser. Y fue con otro librito, éste de escaso peso, pocas páginas, poco más de cien, y con unas cubiertas en cartulina rugosa: Voces del extremo (Las voces de la poesía española al otro extremo de la centuria), Béjar, Fundación Juan Ramón Jiménez, 1999, testimonio de una de esas reuniones poéticas en Huelva organizadas por Antonio Orihuela. Perfecto. Mi madre con ese tomo en la cabeza pasillo arriba pasillo abajo. Encantada. Así anduvo un rato. Al terminar, me dijo que le guardase el libro para mañana. Ése, y no otro, claro está. Tengo que contárselo a Antonio Orihuela. Que nos llevan de cabeza los libros. Feliz Año Nuevo.

Javier Alcaíns

"Aunque carezco de fe religiosa, creo que puedo iluminar libros bíblicos. De hecho, el primer libro que elegí fue el Cantar de Cantares. Era el primer libro y cometí en él todos los errores que puede cometer un principiante. Años más tarde conocí a Manuel Moleiro, quien me propuso realizar un Beato de Liébana. El reto era atractivo y acepté: caligrafié el Apocalipsis e iluminé el libro teniendo presente la iconografía establecida por Magio; me guió, sobre otros, el magnífico ejemplar realizado para Fernando I y Sancha. Es la única vez que he seguido una iconografía, pero en esta ocasión, siendo iluminador de libros, español y estando ante un Beato, me pareció inevitable."
Son consideraciones de Javier Alcaíns en su página web www.javieralcains.es, en la que uno puede conocer gran parte de su original e interesante obra. Lleva muchos años Javier sobre el escritorio iluminando textos luminosos, y merece que se difunda su creación.

miércoles, diciembre 21, 2005

J. L. Alonso de Santos

Recibo de Marga Piñero y J. L. Alonso de Santos la versión teatral de éste de El Buscón de Quevedo, con un estudio preliminar de Marga. Es una versión estrenada en el Encuentro de Teatro Clásico de Valladolid en 2000, por una compañía vallisoletana, “La Quimera”, dirigida por Tomás Martín y Andrés Cienfuegos. Ahora sale publicada como separata de la revista Acotaciones (núm. 13), de la RESAD y Fundamentos.
Creo que es José Luis Alonso de Santos el autor vivo del que he visto y leído más obras. Teniendo en cuenta que soy un espectador de provincias y que su adaptación de La dama boba ha sido el único montaje al que he asistido en Madrid, esto es indicativo de su profusión y de su difusión. Porque en Cáceres, en Mérida (lo último, Yo, Claudio) o en el salón de mi casa por el televisor, he conocido muchas de sus obras.
No en vano un sabio del teatro como Ricardo Salvat dijo, y lo cita Marga Piñero en su estudio preliminar, que Alonso de Santos “debe de ser el único autor español, no buscadamente comercial, de la segunda mitad del siglo que, después de Buero Vallejo, ha visto representar prácticamente todas sus obras y también sus versiones.”
Guardo buenos recuerdos de sus dos estancias por mi culpa en Cáceres y de mi visita a su casa madrileña a propósito de un interés compartido sobre ese itinerario desde el manuscrito al escenario y del escenario al texto impreso.
Un grato reencuentro.

domingo, diciembre 18, 2005

La escritura inversa

Estos cuadernos son como los seres y las cosas del cuento de Carpentier “Vuelta a la semilla”, que crecen al revés. Uno no puede decir aquí abajo para hablar de lo que viene; no puede decir a continuación, porque lo que sigue está más arriba.
Los textos de estos cuadernos crecen como nosotros, de abajo arriba.

martes, diciembre 13, 2005

Asperges de notas sobre la novela PARADOJA DEL INTERVENTOR (XIV)

En la nebulosa imprecisa de la realidad del relato, ciertos objetos surgen como atributos del personaje. La botella verde del interventor es uno de los principales. Será un motivo argumental, pues es el objeto del deseo de los bulliciosos mozalbetes que se la arrebatan. (Cuando la botella se da por perdida y por hecha añicos, los únicos refugios del personaje: el chaquetón, el cuaderno de hule y la carta que llevaba en el bolsillo). Será un vínculo con el pasado, la botella, a partir de las preguntas de Cristo. Y cuando uno de los agentes de la ley (o los dos a la vez) vea la botella del interventor en la escena de una muerte natural, de un homicidio y de un asesinato, por este orden y secuencia disparatadamente deductivos, será como una huella dactilar inapelable de este hombre sin identidad.

Mambrino

Por ejemplo: "Las fronteras del Tibet". ¿Solución? Es fácil: "TT"
"Medio velódromo" ¿Solución?: "U".
No sé, después de hacer el sudoku (el muy fácil) da tiempo a reencontrarse con estos crucigramas de Mambrino, un amante de la greguería. Digo yo.
En EL PAÍS.

Un profesor con suerte

Para José Tato González

Un profesor con suerte es el que sigue dando clases y disfruta.
Y el recordado por un alumno que disfrutó.
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sábado, diciembre 10, 2005

Mayans

Hace años, Jorge Márquez utilizó en público un juicio mío (?) sobre el poco daño que hace una mala novela que campee a sus anchas en el vasto mundo editorial. Contra lo que dije y lo que digo, una autoridad mayor, don Gregorio Mayans en su VIDA DE CERVANTES:
"Es la lectura de los libros malos una de las cosas que corrompen más las costumbres y de todo punto destruyen las repúblicas."

viernes, diciembre 09, 2005

Desde el jardín

Lástima que esa impresionante revista que es Versión original, sabiamente dirigida por la asociación cinéfila cacereña Re Bross (www.rebross.com), no haya incluido en su penúltimo número —el 131, sí— de octubre, dedicado a JARDINES, ningún texto sobre la película de Hal Ashby Bienvenido Mr. Chance, basada en la novela, y el guión, de Jerzy Kosinski Desde el jardín (Being there). Está publicada por Anagrama.
En el título de la versión cinematográfica protagonizada por Peter Sellers, Shirley MacLaine y Melvyn Douglas, oscar al mejor actor secundario, desaparece el referente del jardín para imponerse el del jardinero, Chance. Sin embargo, en la película se mantiene la sugerencia del jardín que se convierte en metáfora de todo por las convenciones y prejuicios de los otros. Declaraciones como “Conozco muy bien el jardín” o “He trabajado en él toda mi vida.” se convierten en diagnosis sobre el mundo, la sociedad, la economía...

La mano en la mejilla

En el último número —doble, el 7-8— de Laurel, que espero no sea el último, publicó Javier Biurrun una reseña de la edición del Libro de la melancolía, de Andrés Velásquez, elaborada con estudio preliminar por Felice Gambin, que es profesor de literatura española en Verona. La edición apareció en la colección “Agua y peña”, de Baroni editore, Viareggio, en 2002.
Ahora, Felice Gambin me envía su libro Azabache. Il dibattito sulla malinconia nella Spagna dei Secoli d’Oro, con prólogo de Giulia Poggi. Pisa, Edizioni ETS (Biblioteca di Studi Ispanici, 9), 2005.
Utilizo para titular esta entrada la representación más usada de la melancolía en la iconografía (una veintena de láminas ilustran el libro de Felice Gambin), la mano en la mejilla, que es el título de un trabajo de C. Bologna publicado en el homenaje a Stefano Arata en la revista Criticón en 2003. Un recuerdo emocionado al amigo Stefano.
Leo, pues, un completo repertorio de referencias sobre la melancolía en la España de los Siglos de Oro: Cervantes, Teresa de Ávila, Lope de Vega, Gracián, Tirso, y Velásquez, y Huarte de San Juan. Qué delicia este estudio en torno a una enfermedad del alma en lo antiguo. Historia. Literatura. Son muchas las veredas que abre este estudio a la curiosidad del lector...

sábado, diciembre 03, 2005

Buenas noticias

Buena noticia ha sido recibir un correo electrónico de mi hermano José María anunciándome la creación de su cuaderno de bitácora Las piedras del río. En él, otra buena noticia: un enlace que me informa de la existencia de un cuaderno de bitácora del poeta Jesús García Calderón, Una mirada humilde y distante. Son dos buenas noticias que significan dos nuevos espacios de grata lectura.
Leo la voz 'bitácora' en el nuevo Diccionario panhispánico de dudas, que no acaba de convencerme, como a Silvia Senz, de Sabadell, que escribió el otro día en El País una carta al director quejándose de esta publicación de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Prometo dedicarle unas líneas aquí en unos días.

jueves, diciembre 01, 2005

Domingo Miras

La Asociación de Autores de Teatro, presidida por Jesús Campos, acaba de publicar dos tomos de más de seiscientas páginas cada uno con el Teatro escogido de Domingo Miras (Campo de Criptana, 1934). Como otros números de esta necesaria colección que ha publicado el teatro completo de Lauro Olmo, y obras escogidas de Alberto Miralles y de Rodríguez Méndez, entre otros, están coordinados por Virtudes Serrano, autora también de una introducción y la bibliografía, y contienen quince piezas de Miras más el teatro breve. Francisco Ruiz Ramón firma un prefacio general y cada una de las obras va introducida por un estudioso del teatro español: Luciano García Lorenzo, José Monleón, Mariano de Paco, Gregorio Torres Nebrera, Ricard Salvat, César Oliva, Javier Huerta Calvo, Magda Ruggeri Marchetti, María José Ragué-Arias, Antonio Fernández Insuela, Antonio Díez Mediavilla, Diana de Paco, José Paulino Ayuso, Jesús Barrajón, José Romera Castillo y Antonio Buero Vallejo, por no dejar a nadie sin mencionar.
Esta iniciativa de la AAT es un empeño notabilísimo que pone a disposición del interesado el más amplio corpus del teatro español contemporáneo. Y se anuncia un volumen con el teatro de Carlos Muñiz.