jueves, septiembre 20, 2018

RCEH

No conozco personalmente a la profesora Rosalía Cornejo Parriego, de la Universidad de Ottawa (Canadá), que ha sido directora hasta su más reciente número (42.2. Invierno 2018) de la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos. Sustituyó en 2014 a Jesús Pérez Magallón, que dirigió la revista desde 2003, y a quien sí tengo el gusto de conocer desde hace mucho. Me ha llamado la atención la «Nota de la directora» con la que se abre el número dedicado al suicidio en las representaciones culturales españolas e hispanoamericanas que lleva el antetítulo de Muerte por mano propia. Recoge este volumen, compilados por Rita de Grandis y María Teresa Grillo, trabajos sobre suicidio y creación literaria en autores como Ganivet, Horacio Quiroga, Azorín, Vila-Matas o José María Arguedas, entre otros. Pero me he detenido en la nota en la que ella se despide de la dirección, y en la que, después de decir que ha sido un honor desempeñar su puesto y recordar las palabras con las que asumió dirigir la revista —que se referían a los criterios pragmáticos dominantes y la minusvaloración de las Humanidades—, subraya que «el pensamiento crítico, la reflexión innovadora, el análisis cultural desde perspectivas múltiples, lejos de ser irrelevantes, son fundamentales y cada vez más urgentes para cualquier sociedad democrática que quiera estar a la altura de los retos que plantea el siglo XXI». Claro que sí. Son palabras con las que todos podemos estar de acuerdo, siempre que no escondan una defensa de los estudios culturales como la única manera de acercarse a la literatura actual, despreciando a veces la verdadera filología como ciencia que interpreta a los autores y los textos, con especulación general de todas las demás ciencias. Bien está, en cualquier caso. Y enhorabuena a Rosalía Cornejo —y a Jesús— por haber logrado una revista de la calidad de la RCEH y bienvenida sea la nueva etapa con Odile Cisneros en la dirección. No sé, a lo mejor esto interesa a alguien.

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