miércoles, julio 01, 2015

Un extracto


Cesare Maccari, Primera Catilinaria (Detalle)
De la carta recibida de un compañero y amigo, y uno de esos profesores de los que esta universidad tendría que estar orgullosa: «Trato de minimizar el carrusel de minipijadas que constituye ya casi exclusivamente nuestro trabajo con esto de la universidad a la boloñesa. Creo que el grado de irracionalidad que estamos alcanzando está perjudicando seriamente el funcionamiento de la universidad española. Todos lo pensamos, nos lo comunicamos, hacemos terapia conjunta, pero el leviatán sigue creciendo y fagocitando todo y a todos. Como el burro, este sistema está destinado a caerse por su propio peso. Y me temo que nos arrastrará a todos con él. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cuándo haremos candidaturas de unidad profesoral contra este dislate colectivo? Ha sido un día largo. La mies: correos, consejos, comisiones, presentaciones de libros, correcciones, terapias en pasillos… Del otium cum dignitate ciceroniano ni rastro. ¿Qué se hizo de las tardes de estudio, del cotejo, de la lectura, del aprender para enseñar..? Estoy pensando seriamente en la posibilidad de dejarlo.» [1 de julio de 2015. 20:28]

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