«La literatura nos libera de nuestra forma convencional de considerar la vida —la nuestra y la de los otros—, destruye la buena conciencia y la mala fe. Por definición contraria y paradójica —protestante, como el protervus de la antigua escolástica; reaccionaria en el buen sentido—, resiste a la estupidez, no con la violencia, sino de una manera sutil y obstinada. Su poder emancipador, que nos conducirá en ocasiones a buscar derrocar a los ídolos y cambiar el mundo, permanece intacto, aunque más a menudo nos hará, sencillamente, más sensibles y más sabios, en una palabra: mejores.»
Antoine Compagnon, ¿Para qué sirve la literatura? Lección inaugural de la cátedra de Literatura Francesa Moderna y Contemporánea del Collège de France, leída el jueves 30 de noviembre de 2006. Traducción del francés de Manuel Arranz. Barcelona, Acantilado, 2008, pág. 63.
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