jueves, noviembre 18, 2021

Timoteo Pérez Rubio

Qué gran recibimiento fue recoger de mi despacho el jueves pasado el catálogo de más de trescientas páginas Timoteo Pérez Rubio. Poeta-pintor en Brasil: soledad, amor y melancolía, obra de José Luis Bernal Salgado, Jesús Ureña Bracero, Guadalupe Nieto Caballero y Ana Alicia Manso Flores, los componentes del Proyecto de Investigación «El fondo literario de Timoteo Pérez Rubio», del Plan Regional de Investigación de la Junta de Extremadura que no permite que ningún experto internacional que no tenga partida de nacimiento extremeña pueda participar en sus proyectos. Ni como invitado, figura que no se contempla. A pesar de todo, y por el interés y las ganas de quienes lo han sacado adelante, ahora estamos ante un resultado espléndido, que este domingo pasado, catorce, en el MEIAC —no había nadie más conmigo que el personal de sala—, pude recorrer para ver los originales de los manuscritos, los óleos, los mecanoscritos o los dibujos como bocetos que ya vi, con otra intensidad, en el libro publicado. En el catálogo y la exposición se han acoplado la Junta de Extremadura, la Universidad de Extremadura y el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, que ha mantenido el afán que su llorado director Antonio Franco puso en este empeño de ofrecer esta imagen del pintor-poeta Timoteo Pérez Rubio, que, gracias a esto, se nos presenta de una manera nueva, íntima y humanamente nueva. La revelación de que estamos ante un pintor y un poeta fundamentó todo este proyecto que, en su manifestación como catálogo de una exposición, abre la introducción del libro y los acercamientos previos a la obra poética de quien es más conocido por su pintura. Por eso, «La poesía de Timoteo Pérez Rubio» ocupa como sección principal el libro-catálogo, que se cierra con unas conclusiones como balance de «una dedicación secreta», con todas sus costuras, que invito a indagar en la bien montada exposición o en el volumen impreso que la complementa. Sobre los anexos tengo el reparo de que deberían haber formado parte del texto principal, que debería haberse impuesto la tarea de edición sobre la de catálogo de una exposición. Eso me parece, pues encontrar las «Conclusiones» en la página 129 de un libro de trescientas veintiocho páginas dice que los llamados «anexos» ocupan más y son casi más importantes, pues contienen los poemas de Timoteo Pérez Rubio, además de la cronobiografía y una muestra de las obras del protagonista de una «narrativa de lo propio», en palabras de Antonio Franco. Eso lo asume Rocío Nicolás Blanco en unas páginas —las únicas firmadas de todo el volumen— que son la crónica de la relación entre el MEIAC y Timoteo desde 1996, como si fuese uno de los nombres principales de la historia de un museo de arte contemporáneo. Sostengo, por eso, que lo principal de esta muestra son los poemas —y lo que implican— de Timoteo Pérez Rubio, además de otros textos desconocidos que dan significado a este proyecto de investigación y a sus resultados en esta muestra y en este volumen admirables. Qué bien. Felicidades.

José Luis Bernal Salgado, Jesús Ureña Bracero, Guadalupe Nieto Caballero y Ana Alicia Manso Flores, Timoteo Pérez Rubio. Poeta-pintor en Brasil: soledad, amor y melancolía. Badajoz, MEIAC-Servicio de Publicaciones de la UEX, 2021.

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