O lo que es lo mismo, tal y tal. No he contado los «retales» que he puesto aquí. Eran esto, cositas así. «No tengo talento para nada. Tan solo inquietudes, sed de conocer, y cierta voluntad de trabajo. Ni siquiera sé explicarme», leo en un cuaderno de cuando estuve con unos amigos en Cáceres e hicimos un elogio y defensa del artículo para combatir esa costumbre de decir «estoy en Rectorado» o «voy a Diputación». Fue hace cinco años. «El Perú, el Ecuador, los Estados Unidos…» se citaron en la conversación. «Y La Codosera», dijo Luis Arroyo, que, felizmente, también estaba. Un año antes, el mayo que mi hijo cumplió diecinueve, yo estaba en París en un seminario sobre la imagen de España en Europa en el tránsito del XVIII al XIX; y acabo de leer que cené épaule d’aigneau, bien rica —así, en francés. Fue en un cuaderno antiguo, que me trae muchos recuerdos y ocurrencias como aquella del «producto anterior bruto», que me gustaría registrar como propia. Otro apunte recoge lo de «abastado de bienes» de Fray Luis de León, y no precisamente materiales, que es lo que yo valoro y anhelo. Para otras apuntaciones próximas ando rebuscando en lo escrito y han surgido estas naderías. La fotografía de Dmitri Shostakóvich es por la música que escucho.
domingo, agosto 09, 2020
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2 comentarios:
Rica esa espalda de cordero y sobre todo los ratos que pasamos entre unas tontadas y otras, ¿no?
Pues sí, Jesús, lo pasamos bien. Aquí estoy, leyendo tu «Moratín». Un abrazo.
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