En una de las provincias andaluzas en las que no estuvo Juan Marsé cuando visitó Sevilla, Cádiz y Málaga el año en que yo nací. Aquí leí este domingo el avance del libro inédito Viaje al sur (Barcelona, Lumen, 2020), que se publica esta semana, con fotografías de Albert Ripoll Guspi, sobre aquel viaje que el autor de Últimas tardes con Teresa hizo con su amigo Antonio Pérez para recorrer ese «amor perdido» de España que fue la Andalucía retratada por el escritor. Algunas líneas de ese avance son suficientes —a la espera de recibir el jueves el libro— para comprender que habría habido razones poderosas de censura para su desautorización, si los problemas económicos de la mítica editorial El Ruedo Ibérico no hubiesen cancelado su publicación. La mejor crónica que he leído de esta obra póstuma antes de su edición es la del crítico y poeta Manuel Rico, más bien la crónica de un hallazgo anunciado en su propio blog hace ahora ocho años, como él explica. Él menciona como ejemplos de una corriente de narrativa de viajes en los años sesenta Campos de Níjar, de Juan Goytisolo, Caminando por las Hurdes (1960), de Antonio Ferres y Armando López Salinas, o el viaje por Tierra de Campos de Jesús Torbado Tierra mal bautizada (1968); y yo me he acordado también, de otro modo de una crónica como la de Juan Goytisolo de España y los españoles, que también publicó Lumen ya en otro momento histórico, en 1979.
martes, agosto 25, 2020
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