lunes, noviembre 04, 2019

Mientras dure la guerra


Leí ayer domingo un artículo del periodista Jesús Mota sobre «Unamuno: “Nunca habrá paz para nosotros”» (El País, suplemento Ideas, 3 de noviembre de 2019, pág. 7) que me llamó la atención porque criticaba la película de Alejandro Amenábar Mientras dure la guerra por dar una imagen desleída, «desafortunada por lo pobre, del singular tormento interno y externo de don Miguel durante los meses que van desde el golpe militar de julio de 1936, inicio de una guerra de exterminio perpetrada por el que resultaría el bando vencedor, hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, último día de su vida». Me pregunté con la sorna respetuosa de un lector dominguero: —¿Conoció Mota a Unamuno? Es que es una opinión tan categórica sobre una imagen construida a partir de la lectura, como la de la mayoría de escritores, pensadores o políticos con los que los historiadores o los filólogos trabajamos —y los cineastas— que me pareció injusta aplicada a un producto tan solvente artísticamente. Porque por la tarde me fui al cine a ver la película que todo el mundo me había recomendado. Suscribo mucho de lo que dice Mota en su artículo; pero nada o casi nada de lo que escribe sobre la película, que, en realidad, no es sobre la película, sobre la creación artística, bien hecha, pulcra, emocionante —a mí me lo parece— que un director como Amenábar nos ofrece en esta mirada tan potente sobre un pasado no tan lejano ni tan ajeno. Supongo que habrá quien opine que aquello no lo dijo Unamuno, que Franco no era así, que no pasó lo que se cuenta. Cada vez llevo peor estas bobadas de quienes luego dirán que la interpretación de los actores y las actrices es buenísima. Es una película muy bien hecha y emocionante. Intenté fijarme en las reacciones de quienes me acompañaban en la fila 10, la última; pero no noté nada más que un silencio interesado, salvo cuando algún espabilado se dio cuenta de que al mostrarse a Franco asomado al balcón del Palacio de los Golfines de Arriba donde fue proclamado «jefe de Estado y generalísimo de los ejércitos nacionales» —como indica la inscripción en piedra de la fachada—, aquello no era el Palacio de los Golfines y Cáceres no era Cáceres. Cosas del cine. Mientras dure la guerra es una película que nos inquieta por lo que nos muestra de lo que fue España y de lo que ahora es con tantos problemas de convivencia, con tanta torpeza, con tanta irresponsabilidad. Así que salí del cine sin abatirme y con el agrado de haber visto una lección de interpretación, con todo el trabajo que eso tiene. Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego, Patricia López, Inma Cuevas, Nathalie Poza, Luis Bermejo, Mireia Rey, Tito Valverde, Luis Callejo, Luis Zahera, Carlos Serrano-Clark, Ainhoa Santamaría, Itziar Aizpuru, Pep Tosar, Dafnis Balduz, Jorge Andreu, Miguel García-Borda. Espero que no se me haya olvidado ninguno, porque estuvieron todos espléndidos. Actores, actores, actores. Me quito el cráneo, que dijo don Ramón María. Eso.

2 comentarios:

Fackel dijo...

A título informativo:

http://www.angelvinas.es/?p=1894

Otra visión de un historiador competente. Todo lo que sirva para ampliar perspectivas y enriquecer criterios bienvenido sea.

Saludos.

El Deme dijo...

Cada director, cada guionista, tiene una visión de una historia y como tal hay que aceptarla. Nadie puede asegurarnos la verdad absoluta, por eso ante una película hay que mostrarse abierto y receptivo.