Un mantra es un pensamiento que se verbaliza y se repite como un apoyo a la meditación budista, y yo lo conozco utilizado con el significado de algo que se repite con insistencia para convencerse de algo. No sé si es impropio; pero mi mantra de este verano es «Poquito a poco», que yo me digo para darme ánimos, para decirme que voy a salir del bache. Poquito a poco viene bien para sacar adelante un trabajo que uno tiene que escribir o para convencer a alguien que uno no es como imagina quien le reprocha, y poquito a poco también viene bien para cocinar y hacer las cosas con fundamento. Poquito a poco debería convertirse en una máxima contra el mucho. Aunque el mucho sea querer o echar de menos. Poquito a poco. Y tanta meditación se va al traste cuando me entero de que «Poquito a poco» es una canción —impagable, madre mía—, de El Arrebato; otra de Estopa —que lleva cositas como «Lo reconozco, fumo porros a diario» y «Calada a calada, poquito a poco»—; y también hay una de Maná y otra, con k, de Chambao, que esta sí está bien. Así que he decidido que no, que mi mantra no es poquito a poco. Mi mantra de este verano va a ser «Eres espacial», y se hará lo que se pueda, que no es poco. Y que se me disculpe la tontería.
jueves, agosto 09, 2018
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