©Fotografía de Beatriz Naranjo García
No hace mucho que Boxoyo Libros ha abierto nuevo local en la calle General Margallo de esta ciudad de Cáceres; pero he tardado en ir. Estuve el viernes y el sábado pasados, con extraordinaria satisfacción, por lo que vi, por lo que conversé y por lo que me traje a casa en libros. La vez anterior que estuve con Jaime Naranjo fue en una gran nave en el llamado Parque Empresarial Mejostilla —la única, creo, de aquel paraje llena de decenas de miles de volúmenes—, y fui con Gabriel Sánchez Espinosa, que quería conocer a Jaime y, de paso, comprar alguna pieza. Logró ambas cosas. Ahora, en esta última visita, me he alegrado de saludar a la familia Naranjo-García, entregada en cuerpo y alma a los libros antiguos. Nieves y Jaime, Jaime hijo, y Rosa, a los que he visto estos días, sostienen este negocio que ofrece a Cáceres más prestigio que cualquier local de moda de nuestra nueva Plaza Mayor recuperada. Y la nueva librería de Boxoyo Libros está a dos pasos de la plaza. Está ahora, para más señas, casi al lado de la casa en la que el corregidor de Cáceres Álvaro Gómez Becerra hizo realidad el primer periódico manuscrito cacereño, en 1813, la Asociación de Cáceres, antes de establecerse la imprenta aquí. Por cierto, enfrente de este nuevo Boxoyo Libros, de Santo Domingo, pues desde allí salieron los primeros papeles impresos en Cáceres. Ahí es nada, en la tercera decena del siglo XIX. (¡Ay, si es que estos ojos que se han de comer las fogatinas del incinerador han visto hacer la primera autovía de Extremadura!). En fin, que a dos pasos de la plaza tenemos una razón más para ampliar el recorrido atávico de los cacereños que bajan desde arriba o que suben desde abajo. En Margallo, 2.
martes, enero 24, 2012
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4 comentarios:
Me parece que es un magnífico lugar para hacer una pequeña inversión por una gran satisfacción personal. Me gustaría de igual manera recomendarles que asistan a mi blog, donde encontraran mi última novela creada. www.libragra.mex.tl
Gracias por esta entrada, Miguel Ángel. Una razón más (tengo tantas) para volver a Cáceres.
Ciudades históricas vivas, como Cáceres, necesitan este tipo de negocios, que son los que atraen y entretienen al tipo de viajero y turista culto que las visita. Son las tiendas que vemos en las más bonitas ciudades italianas –Parma, Bolonia, Lucca…– en inglesas de provincias. Su propietario, Jaime Naranjo, es además todo un personaje literario y humano, entre don Quijote y el capitán Acab; con mil historias que contar y un atractivo que es imprescindible en estos negocios librescos.
Cuántos momentos maravillosos he pasado bicheando en las estanterías de Jaime. Ahora que estoy tan lejos, recuerdo esas tardes en la librería Boxoyo con verdadero cariño.
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