martes, julio 13, 2010
Chema Madoz
Ayer fui a ver la exposición de Chema Madoz (Madrid, 1958), inaugurada el mes pasado y que estará abierta en el Centro de Exposiciones San Jorge de Cáceres hasta el próximo 28 de julio. Reúne obra fechada entre 2000 y 2005, la que compuso aquélla en Madrid producida por el Ministerio de Cultura con motivo de la concesión del Premio Nacional de Fotografía y que ha estado circulando por España y fuera de España estos años. Aquí llega ahora, adelgazada. En las escalinatas de la iglesia de la Preciosa Sangre, un grupo de chavales entre doce y catorce años esperaba para visitar algo de la ciudad monumental; pero creo que no habían entrado a ver la exposición de Chema Madoz. Ojalá. Para ellos habría sido muy creativo enfrentarse a esta lectura de la realidad y a esta manipulación para crear lo que no existe pero que está entre nosotros. Es curioso que en un terreno tan aparentemente abierto como el arte contemporáneo haya reparos en abrir más allá del campo de la fotografía la obra de Chema Madoz, que no aparece tanto como sería deseable en las antologías y valoraciones sobre la poesía experimental y visual. Para mí, la fotografía de Madoz es el resultado —la toma final en un soporte de gran fuerza estética— de un proceso en el que hay —y no siempre— manipulación previa con intención poética. Además, las fuentes de la obra de Chema Madoz en la escultura, en la pintura y en la literatura son tan apabullantes que lo de fotógrafo es querer encajar una talla M en un cuerpo XXL, si se me permite esta burda comparación sobre la realidad cotidiana.
Publicado por Miguel A. Lama en martes, julio 13, 2010
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo, Miguel Ángel, yo fui a verla el sábado y salí con la misma impresión y con la necesidad de dar a conocer su obra a los que la ignoran. Es mucho más que fotografía, es poesía, sin duda. Está muy bien que le dediques este post.
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