Mañana es jueves. Así que hoy será miércoles. Se acaba el invierno, desgraciadamente, de un modo lamentable, sin frío, sin lluvia. De no estar tan ocupado y preocupado —postocupado—, mañana iría a Madrid a la presentación de Descendimiento (Pre-Textos, 2018), de Ada Salas, en el Museo del Prado, lo más cerca posible del cuadro de Roger van der Weyden. Sería una buena manera de celebrar el Día Mundial de la Poesía. (Ingles y axilas, 59 euros, me llega desde la publicidad de la radio). Un día que mañana se celebrará en Cáceres con la lectura de poemas de Isla Correyero, Álvaro Valverde, Basilio Sánchez e Irene Sánchez Carrón en la Biblioteca Pública «Antonio Rodríguez-Moñino/María Brey» a las 19:30. Hoy, todavía miércoles, Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, es lo que ha sido siempre por culpa de un indeseable y ahora todo el mundo se fija en ella. Me imagino cuando pase con un escritor de culto que por alguna desgracia se convierta en alguien notable. Y todos los medios, tan ajenos y desdeñosos antes, tan interesadamente interesados.
miércoles, marzo 20, 2019
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