© Iván Hernández. El Periódico Extremadura
Es el título de un poema de Jaime Gil de Biedma del que muchas veces me he acordado en situaciones similares a la del jueves pasado en la presentación de Cristalizaciones de Basilio Sánchez. Me parece que Gil de Biedma lo escribió con veintitrés años, y encabezaba su libro Compañeros de viaje. (Encima, con ese título). Lo que quiero decir es que cuando Basilio Sánchez presenta un libro y lee sus poemas en Cáceres, en donde nació, no sólo sucede un acontecimiento socio-cultural que llena salones de actos con aforo para más del centenar de personas, sino que tiene lugar una representación reconfortante de la amistad. Es, entonces, más que un acto literario, de alto contenido literario, como siempre ocurre si se trata de una obra de Basilio Sánchez; es una celebración. Y entonces es cuando me acuerdo de ese poema y de lo de «Sólo quiero deciros que estamos todos juntos»; y es pensar en ese verso y ver a Basilio rodeado de tanta familia y amigos, tantos conocidos, tantos compañeros... Lo he vivido junto a él en varias ocasiones, gracias al premio de su confianza, y he sido, como el jueves pasado, testigo privilegiado de cómo un modo de entender la poesía puede repercutir en una manera de estar en la vida. Finalmente, el grupo de amigos de tantos años, los de siempre, se queda para tomar unas cervezas y picar algo. Están casi todos acompañando al poeta y amigo. Charlan y la conversación discurre por lo más trivial y cotidiano. Y, hablen de lo que hablen, se respira más literatura que en cualquier deseable mentidero de letraheridos o presunta tertulia de escritores.
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