He escrito un texto sobre los libros que llegan de personas conocidas —o que uno lee porque sí—, autoeditados o publicados por editoriales de muy poca difusión, y que muchas veces tienen tantos defectos formales que los malogran. Pero como no quiero que se sienta aludido Juanjo Cortés, que me trajo hasta casa su libro de poemas El fin de muchas cosas (Cáceres, Buenas Costumbres Ediciones, 2021), escribo esta nota por si acaso. Muy lejos de eso queda este ejemplar de blancas cubiertas, con ilustraciones de Manu Pomet y encordado como un obsequio. Me gana esta manera de tomarse la escritura que tienen algunas personas con sensibilidad y sin más pretensión que disfrutar. Juanjo Cortés es cantante y autor de la mayoría de las letras que ha musicado. Reunió cuarenta y cinco canciones en Tuétano (2016); pero nos consta que escribe poemas no pensados —en principio— para ser cantados. El fin de muchas cosas es un libro de este tipo de textos en verso, aunque se atisban barruntos de canción en algunas rimas de asonancia sobrevenida en los poemas que menos me gustan de un conjunto de veintinueve repartidos en tres secciones: «énfasis» (4), «llaneza» (24) y «átono» (1). Hay juegos del cantante poeta en «pesadillas (casi un rap)», en los que funciona muy bien lo yuxtapuesto, y hay poemas como «la siembra» —qué antiguo me resulta lo de escribir en minúsculas— con una voluntad encomiable de poética explicativa. Para esto, lo mejor de este regalo que uno no va a ver en las mesas de novedades de las librerías ni en las listas de libros reseñados, es este modo de declararse de El fin de muchas cosas: «Alguien me dijo en cierta ocasión con motivo de la presentación de un trabajo: “que tengas éxito”. Desde la reflexión [,] y tras engullir algunos años más de experiencia [,] he llegado a la conclusión de que el éxito (no se lo dije entonces) es estar vivo. No seguir vivo, porque eso sería una suerte de supervivencia. Escribo por esto, no busco efectos secundarios más allá de la propia escritura, que ya es un cosmos tan intenso e inabarcable que exige toda la energía y tiempo que tengas y, aún pide más. Tras publicar Tuétano (45 canciones) y en el compás de espera de un disco con título larguísimo, todavía en el horno, he decidido compartir este breve poemario con todo el que sienta interés. A pesar del título, El fin de muchas cosas es muy anterior a la pandemia que nos asola desde hace dos años. No es tan pesimista como pudiera parecer; es, simplemente [,] percibir que en nuestro viaje todo consiste en empezar y acabar. Todo comienzo lleva implícito un final; el ayer, el hoy y el mañana, esas son nuestras señas de identidad. O, dicho de otro modo: somos lo aprendido, lo que estamos construyendo y la esperanza de materializar algún sueño. Así que, a seguir escribiendo; a seguir viviendo». No se puede poner en duda que este libro de Juanjo es una manera de reafirmarse en el viaje de la vida, en el que una forma de atender a lo que ocurre es escribir un poema para buscar el tono que él como lector sabe apreciar en las «huellas ajenas». Ya me quedo tranquilo dejando aquí mi nota de lectura del libro estupendo de Juanjo Cortés, y a lo mejor mañana publico lo que escribí el otro día.
domingo, febrero 06, 2022
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2 comentarios:
Gracias por tus palabras, Miguel Ángel. Siempre es placentero que te reseñe alguien cercano y amante de la líteratura. La llama sigue viva, seguiremos comunicándonos, qué sigue siendo cosa mayúscula. Un abrazo.
Un placer, Juanjo. Un abrazo.
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