El 23-F es una fecha; pero el 1-O a mí me parece más el marcador de un ajustado resultado de un partido de fútbol. Tienen en común la trampa y la torpeza; y una forma presuntuosa y fanática de estar en el mundo, sin respetar lo que piensa la gente. Eso sí, la gente tiene una impresionante capacidad para dejarse llevar por una volubilidad que da la razón a los manipuladores, a los piratas. Y eso, qué razón tenía el almirante Ackbar cuando exclamaba lo del meme. Me meriendo la estupidez y la revuelvo con un poco de displicencia y la tranquilidad del que disuelve su galleta en el vaso de leche. Después de un día histórico, en el que he vuelto a constatar que las televisiones nacionales que pagamos todos son embusteras, he encontrado una isla —la verdad, de un instante solo— en un programa de televisión sobre unos tipos encerrados en un sitio independiente; tanto que se corrompen en su propia estupidez. Qué cosas. Ya nos ocuparemos todos poco a poco en poner orden a todo esto.
domingo, octubre 01, 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Tiempos para el abrazo, querido Miguel Ángel. Y la conversación provechosa.
Ojalá, Pedro, ojalá. Que haya abrazos y diálogo.
Publicar un comentario