Un profesor de Badajoz, con pruebas concluyentes, ha deducido que la vida es efímera como una magnolia; por eso, ha escrito una carta a su mujer recordándole las veces que se han querido. Pero no así, las veces que se han querido; sino los lugares y las horas, y todas las circunstancias de las veces que se han querido. La noticia es reciente, por eso es probable que haya movilizaciones y gestos para estos amantes. Un ruido incomprensible y hueco parece que ahora se escucha.
martes, febrero 14, 2017
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