He encontrado esta nota entre los retales que tengo guardados como textos en fárfara para publicar algún día aquí. La nota debe de tener más de cinco años; pero conserva su vigencia, como se podrá apreciar. En mí no debe sonar a nuevo, que ya puse en este blog un «A menos» en 2009. Su primer título fue «Vamos a menos», que es como comienza: Vamos a menos, sin duda. Por mucho que quieran maquillar el progreso con los logros de la tecnología, el desarrollo industrial y los conceptos macroeconómicos en los que el beneficio a espuertas es la única unidad de medida. Vamos a menos. Lo más inquietante es que los que hemos ido siempre en el furgón de cola queramos salir de él intentando emular a los que están a la cabeza. Una sociedad en la que la educación sigue estando sometida a reformas, después de tanto tiempo, cuando continúan estando vigentes —y es duro decirlo— los planteamientos de quienes en el siglo XIX estaban convencidos de que el progreso de un país pasaba por el fomento de su sistema educativo, una sociedad así debe estar enferma. No hay que ir a las aulas ni acudir a informes europeos sobre rendimientos académicos; basta con pasear por los parques, escuchar cómo habla la gente, leer las cifras de víctimas de violencia de hombres contra mujeres, o en los periódicos los logros del llamado pacto educativo, ver un partido de fútbol desde la grada o algunos programas televisivos desde el sofá. Y comparar el sueldo de un maestro con el del jefe de prensa de un club de fútbol de Primera División. Basta con eso para concluir que vamos a menos por una razón estricta de desinterés por el fomento de la educación como puntal básico de la sociedad.
jueves, diciembre 22, 2016
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2 comentarios:
Tal cual, Miguel Ángel. Más sencillez y claridad en el planteamiento, imposible.
Sin tu permiso ni nada lo he compartido en mi muro de Facebook para gozo del personal. Y para que reflexione sobre lo que dices.
Gran abrazo, amigo.
En cuanto a las cifras de la violencia machista, hay una percepción equivocada. En Alemania, con menos del doble de población, hay casi 6 veces más de mujeres víctimas. Lo que pasa es que allí no sale en las noticias, como aquí no salen los muertos por accidentes de tráfico. Es una desgracia, desde luego, pero no es un problema que en nuestro país sea más grave. Y en cuanto a los sueldos de los maestros y profesores, son de los mejores de Europa en ese ramo. Los clubes de fútbol de primera división producen muchos beneficios, es normal que todo lo relacionado con eso esté bien pagado. Es fácil adoptar el tono lastimero sin preguntarse ¿qué hago yo para cambiar las cosas? ¿Me merezco yo el sueldo que tengo comparado con el de otros?
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