El mediodía de ayer fue especial. Como la foto de Yolanda Pérez Lorenzo, del Gabinete de Comunicación de la UEX, que cubrió el acto de presentación de Conclausa (Cáceres, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 2020), el libro coordinado por Victoria Alzina Lozano y Carlos Iglesias Crespo. Especial, sí. Creo que es una foto especial. Y, probablemente, lo menos especial —aunque sí lo más llamativo— sea que todos llevemos mascarilla. Arriba, de izquierda a derecha, estamos Dionisio López, Carmen Galán, Malén Álvarez, Paco García Fitz y Jorge Fernández Avilés. Abajo están Rui Díaz Correia, Antonio Rivero Machina, Emilia Oliva, Juan Ricardo Montaña, Carlos Iglesias Crespo, Victoria Alzina Lozano, Matilde Granado, Julián Canelo, Guadalupe Nieto Caballero y Tete Alejandre. Una buena representación de quienes tuvieron la generosidad de participar en este proyecto ideado por dos de mis alumnos de 4º del Grado de Filología Hispánica, y que ha ocupado algunas horas de un período de estrecha relación con quienes solo podía ver en la pantalla del ordenador. El diacrítico de estrecha debería ser innecesario en un contexto tan extraordinario como el que hemos vivido, y un producto de lo más cercano de lo que yo he vivido —sí, con dos de mis alumnos— ha sido lo que ya es una realidad y fue solo una posibilidad aquel sábado de abril que publiqué la trigésima entrega de mi diario de «estos días», cuando yo me refería así a la recién pasada rareza de un confinamiento nunca vivido. Mi entrada en el Palacio de la Generala auguró lo mejor. En el control de acceso, en el que había que escribir nombre y apellidos, número del D.N.I. y teléfono móvil, conocí a la madrina de Carlos Iglesias. Le dije que yo era de Zafra y ella me dijo que de Ahillones, por el que, precisamente, pasé dos veces hace meses para ir a Córdoba. Ya en el salón, la primera persona a la que saludé fue al extraordinario y siempre elegante y hombre tranquilo Juan Ricardo Montaña —qué placer—, uno de los colaboradores del libro, con un poema discursivo titulado «Versos de confinamiento» que no deja de experimentar —él, tan de obra experimental— con un cuidado popularismo juanramoniano, y el único colaborador que se desplazó desde fuera de Cáceres, creo, para estar en el acto. Recordé que el 11 de marzo la presentación de la reedición de los ensayos sobre Ferlosio de Gonzalo Hidalgo Bayal fue uno de los últimos actos culturales públicos en Cáceres y que el de ayer habrá debido de ser uno de los primeros, si no el primero, una vez que hemos vuelto a este extraño estado de normalidad. También en el formato de presentación de un libro; y también de un libro admirable, articulado en tres secciones bien pensadas por sus editores y lleno de textos, imágenes e ilustraciones de creadores que han propiciado algo especial, como el momento de ayer y la fotografía de arriba. Qué bien. Del libro se han editado unas decenas de ejemplares para los colaboradores; pero se puede leer aquí.
sábado, julio 11, 2020
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4 comentarios:
Debió ser un eventazo. La foto me parece la guinda de toda esta rareza ¡Qué ganas de leeros a todos!
Aquí en casa te espera tu ejemplar, Julia, amor.
Miguel Ángel buen trabajo (prescindiendo de lo mio) Enhorabuena! Por cierto que las ilustraciones de Julia tienen encanto. Un abrazo
Querido José Manuel. Muchas gracias por colaborar. Por cierto, para mí, fue una sorpresa, y parece que fue cosa de Carlos y de Victoria. Me gusta mucho lo tuyo. Gracias por lo de Julia. Espero que podamos hacerte llegar un ejemplar en papel lo antes posible. Un abrazo.
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