Por este libro, publicado en la primavera del pasado año y al que dediqué unas líneas aquí, ha recibido hoy Olvido García Valdés el Premio Nacional de Literatura de Poesía 2007. Me alegro mucho, y —también desde aquí— le mando mis felicitaciones. El libro lo merece, y también la autora, con su trayectoria.
Hace pocos días hablábamos, por algo pendiente. Desde Toulouse, donde dirige el Instituto Cervantes de esa ciudad, y ahora con este reconocimiento, sé que hará lo posible para estar en Cáceres, en el Aula Literaria “José María Valverde”, en la misma fecha en la que el año pasado iba a leer sus poemas en el Colegio Mayor “Francisco de Sande”.
Es curioso. He escuchado la noticia por la radio, en la SER, mientras comía. Unas horas antes, hablaba con un compañero de la Facultad, de Historia Antigua, con Julio Gómez Santa Cruz, que me decía —a propósito de otras complicidades— que había coincidido como estudiante en Valladolid con Miguel Casado. Y me ha hablado de aquel tiempo, de la militancia política, y han salido nombres, como Andrés Trapiello, como Carlos Ortega, como Gustavo Martín Garzo, y, por supuesto, como Olvido García Valdés.
Ella. Y al llegar a casa, su nombre, en titulares.
martes, octubre 09, 2007
Olvido, Premio Nacional
Publicado por Miguel A. Lama en martes, octubre 09, 2007
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3 comentarios:
Querido amigo:
sigue siendo un placer leerte. También, desde hace un tiempo, una necesidad. Es estupendo, además, que se cruce en el camino alguien tan común (mío, en la distancia; tuyo, en la cercanía)como Olvido.
Un abrazo.
Gracias, Alex. Yo también disfruto con la lectura de tu Isla, compartiendo lecturas e inquietudes. Lo de Olvido ha sido una gran alegría.
Un abrazo.
Yo también me alegré.
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