domingo, mayo 10, 2020

Diario de estos días (LIX)

© Diario HOY

«¡Cuál gritan esos malditos!» (José Zorrilla)

Domingo, 10. Fase 0. Ayer leí un mensaje de Jacinto García Alonso (Cáceres, 1934) en el que, tras presentarse, decía: «estoy viviendo el distanciamiento social (cuarentena) del Covid 19. Trato de mantener aquí en Facebook solamente personas por las que tengo aprecio, o que han pasado por mi vida en algún momento. Me encantaría ver si aún podemos comunicarnos con más que emoticonos y/o gifs y realmente escribir algo el uno para el otro. La idea es ver quién lee un post sin foto como este. Estamos tan inmersos en tecnología que olvidamos la cosa más importante: la buena amistad. Y si os consideráis mis amigos, participad en esta experiencia. Si nadie lee este mensaje, será una corta experiencia social, pero si la lees tú hasta el final, quiero que comentes con una palabra sobre nosotros. Por ejemplo, un lugar, un objeto, una persona, un momento con el que te identificas o recuerdas de mí. Si quieres, copia este texto y publica en tu muro (no compartas) e iré al tuyo para dejar una palabra que te recuerde. Por favor, no escribas ningún comentario si no tienes tiempo para copiar el texto o no te apetece. Eso arruinaría la experiencia. Por cierto, al principio, cambia mi nombre y escribe el tuyo. Veamos quién tomó un tiempo para leer y responder según esta historia compartida más allá de Facebook. Muchas gracias, amigos». Me pareció enternecedor que alguien como él se preocupase por combatir la frialdad y la premura de la distancia social con las que despachamos todo. Con la mejor de las intenciones, muchos no han hecho caso al mensaje y han escrito comentarios en su muro; y yo quizá tampoco esté haciendo lo correcto al escribir aquí sobre uno de esos cacereños que merece un libro por lo mucho hecho a lo largo de una vida y por la inquietud que todavía tiene para todo. Yo le conocía por ser el dueño de la famosa pastelería «La Salmantina» de la Plaza Mayor y, sobre todo, por el café «Neguri», en cuya última etapa unos cuantos conocidos participamos en una tertulia literaria en la que tuvieron especial notoriedad amigos que ya faltan, como Agustín Villar o Julián Rodríguez. Pasados los años, volví a ver a Jacinto —hombre de teatro— como estudiante aplicado en los cursos de verano Lecciones de Teatro Clásico que organizamos durante seis ediciones seguidas hasta que en 2016 se vinieron abajo por falta de interés de los presuntos interesados. Menos Jacinto, entusiasta, que ha seguido preguntándome hasta no hace mucho —cuando nos encontrábamos en el supermercado— sobre si seguíamos programándolos en la Universidad. Hace unos años, María José Torrejón publicó una crónica en su periódico Hoy sobre la «clase magistral» de Jacinto García Alonso a los alumnos de Hostelería del IES Universidad Laboral, de donde he sacado el detalle de la foto. Ahí se pueden leer más cosas sobre Jacinto.

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