martes, enero 31, 2006

Ramón Buenaventura

Ramón Buenaventura ha pasado por el Aula José María Valverde de Cáceres, casi coincidiendo con los diez años de esta actividad, que abrió Bernardo Atxaga un 22 de enero de 1996. En el Salón de Actos del Colegio Mayor Universitario "Francisco de Sande", delante de diecisiete incondicionales -uno de los cuales agradecía a quien fuese la inclusión de este autor-, Ramón Buenaventura contó que una de sus novelas fue rechazada por una prestigiosa editorial con la explicación de que el cupo de buena literatura ya lo tenían cubierto. En 1881, Emilia Pardo Bazán escribió que la novela había dejado de ser obra de mero entretenimiento, modo de engañar gratamente unas cuantas horas, ascendiendo a estudio social, psicológico, histórico, pero al cabo estudio. En 1881. Doña Emilia. Qué cosas.

lunes, enero 23, 2006

Ramón Trecet

Un amigo mío lo llama el "Dalai Lama", por su predicamento, en materias musicales, por su condición de guía (musical) a quien seguir con fervor. Ramón Trecet y sus Diálogos Tres en Radio 3 son de lo poco que no ha cambiado con la nueva programación. Siguen saliendo de lunes a viernes de tres a cuatro de la tarde.
El jueves Trecet habló de lo último de Paul Mounsey, en unos términos muy suyos, trecetianos, con sus hipérboles razonables. Se trata, decía, de un "agujero negro galáctico [...] El que se meta ahí acaba con toda la música del año [...] Os lo contaré cuando esté emocionalmente preparado." Impresionante.

martes, enero 17, 2006

La longitud del poema

Las Églogas I y III de Garcilaso, el "Cántico Espiritual" de San Juan de la Cruz, la "Epístola Moral a Fabio" de Fernández de Andrada, "A Jovino: el Melancólico" de Meléndez Valdés, el "Canto a Teresa" de Espronceda, "El Cristo de Velázquez" de Unamuno, el "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" de García Lorca, "Mujer con alcuza" de Dámaso Alonso, entre otros, son poemas "importantes" que no se incluyen en la Antología comentada de la poesía lírica española, de Miguel Díez R. y Paz Díez Taboada, que acaba de publicar Ediciones Cátedra.
La lista y su justificación figuran en un Apéndice que parece una jaula en la que los textos cumplen condena por delito de longitud. Los poemas se quedan, con su palmadita en la espalda que reconoce sus méritos, en un limbo impropio por injusto.

lunes, enero 16, 2006

Asperges de notas sobre la novela PARADOJA DEL INTERVENTOR (XV)

No he visto aún la nueva edición de la PARADOJA en Tusquets. Sigo leyendo, pues, por la primera, publicada en Los Libros del Oeste. Me satisface saber que obras como la de Gonzalo Hidalgo, o ENTRE LÍNEAS, de Luis Landero, o autores como Isaac Rosa, o Justo Vila han sido editados por Del Oeste Ediciones, y, por ello, luego, han sido reclamados por editoriales de mayor difusión.
Un apunte más, extemporáneo, sobre la novela de Gonzalo Hidalgo: la importancia del fuego como motivo argumental, finalista. Su significado.

Domingo

Un domingo húmedo y gris. Carmen y yo hemos estado un rato en Montánchez y hemos contemplado desde el castillo todo matizado por la llovizna. Hace unos años, en un cuaderno que, quizá por la intensidad de las experiencias de aquellos días, me duró muy poco, anoté algo así como:
“Los domingos, tan sencillo. Los domingos de luz clara, de sol limpio y de una rara ociosidad. Esa desgana atribuible a la inminencia del lunes laborable. Con vocación de costumbre, se encuentran a solas, se conocen y el tiempo pasa de otra forma. Como si toda una semana quedase resumida en unas horas apacibles, o como si estas horas, un breve tiempo, arrancasen los días venideros. Manos, ojos, boca. Gestos, miradas, palabras. Igual que el enfermo leve ve las cosas de otro modo después de escuchar al médico, esta conversación insuficiente repara grietas, ayuda a esmerarse en la vida, a mejorarse. También impone, sin embargo, el oscuro temor de no saber mantener la ilusión, y el miedo a la nada repetida. La rara certeza del que defrauda pronto.”
En el mismo cuaderno, unos versos de Luis Cernuda, un apunte sobre una bella película, TIGRE Y DRAGÓN, las primeras notas de la más famosa novela de Cercas y de LO IMPROBABLE de Julián Rodríguez, varios apuntes sobre DON GIOVANNI, de Mozart, el comentario de una carta trascendente y la crónica de un viaje a Lisboa que terminó en la Iglesia de San Mamede, con Ángel Campos, a la espera del féretro de Manuel Hermínio Monteiro. Junio de 2001.

jueves, enero 05, 2006

Las poldras

Las poldras. Es el término gallego que podría titular el cuaderno de bitácora de mi hermano José María Las piedras del río, que él mismo explicó en su primera entrada: "Son piedras que sirven para vadearlo: una conversación, los libros, una vieja idea o la opinión ante un hecho reciente. Me apoyo en ellas para ir de orilla a orilla. Gracias a ellas a veces sobrevivo y a veces juego. Sobre algunas me mantuve en equilibrio durante años como un estilita, y hay otras que -apenas piso- las abandono. Quizás sirvan para que alguien también apoye el pie y me acompañe."
Como Manuela en La Madre Naturaleza de Pardo Bazán, eligiendo las poldras o pasaderas en su excursión furtiva con Perucho.