viernes, noviembre 28, 2014

Philip Deacon. Homenaje

Con el título «El dulce Moratín fue mi maestro», el Bulletin of Spanish Studies de la Universidad de Glasgow acaba de publicar su última entrega del año 2014 (volumen XCI, números 9-10) dedicada en homenaje al hispanista británico Philip Deacon (Bournemouth, Dorset, 1946), que se ha jubilado como Catedrático de Estudios Hispánicos de la Universidad de Sheffield. Mª Jesús García Garrosa (Universidad de Valladolid) y Gabriel Sánchez Espinosa (Queen's University Belfast) se han encargado de coordinar este número doble y firman la «Introducción» en la que ofrecen un perfil biográfico de Deacon que subraya sus intereses y aportaciones en el campo de la investigación; y también recoge alguna anécdota de sus tiempos como profesor-lector de inglés en la Universidad de Zaragoza; cuando en su colegio mayor el conserje llamaba en voz alta a «Pili de Acón» para repartir la correspondencia. Parecida dificultad experimentó un concejal del ayuntamiento de Zafra que, allá por noviembre de 1987 —cuando tuve la dicha de conocer personalmente a Philip—, decidió llamarle «Felipe» todo el tiempo que pasamos en mi pueblo y el de García de la Huerta, a quien recordábamos en un simposio en el que Deacon deleitó a los asistentes con una ponencia sobre la amistad entre el zafrense y la escritora Margarita Hickey, materializada en una serie de sonetos cruzados entre ambos. Destacado discípulo de Nigel Glendinning, Philip Deacon siempre ha firmado trabajos de factura impecable y de alcance grande, tanto en sus investigaciones sobre Nicolás Fernández de Moratín —que fue objeto de su tesis doctoral—, sobre Luis José Velázquez, sobre las Cartas turcas de Meléndez Valdés o sobre la poesía erótica del siglo XVIII, que será el asunto principal de un futuro libro que todos esperamos ver pronto publicado. Bibliófilo exquisito y tenaz, investigador riguroso y generoso a la vez, amable, tímido, melómano, fino lector, Philip merece el reconocimiento de su profesión, y así lo han entendido quienes han promovido este homenaje en una revista como Bulletin of Spanish Studies en la que un buen grupo de sus amigos y colegas le ha ofrecido su regalo académico. Enhorabuena, magister.

'El impostor' de Cercas y 'El Figón' de Cáceres



...y El balcón en invierno de Luis Landero; porque  esta nueva novela de Javier Cercas también comienza con una crisis creativa y las dudas. Que si escribir una novela sobre un catedrático de metafísica de la Pontificia de Comillas enamorado de una actriz porno; que si una novela policíaca; o que si una novela sobre su padre «que empezaba con una escena en la que yo le resucitaba y nos zampábamos unos huevos fritos con chorizo y unas ancas de rana en El Figón, un restaurante del Cáceres de su juventud donde más de una vez habíamos comido mano a mano.» (pág. 17). Pues no. A partir de aquí empieza la novela, que estoy leyendo. Una nota de lectura. Un inciso. Un recuerdo cómplice de un sitio cercano, un restaurante de aquí que sigue siendo recomendable, como la literatura de Javier Cercas. Sigo leyendo.

miércoles, noviembre 26, 2014

Congreso sobre Feijoo


Con motivo de los 250 años de la muerte de Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), el Instituto Universitario de Estudios del Siglo XVIII que lleva su nombre ha organizado este III Congreso que comenzará, en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, mañana jueves 27 de noviembre, con una conferencia inaugural de Pedro Álvarez de Miranda (Universidad Autónoma de Madrid y RAE) sobre «Los paratextos de las obras de Feijoo», y concluirá el viernes 28 con una de clausura de Francisco Sánchez-Blanco Parody sobre «Feijoo y la Ilustración católica: dos posiciones recientes y una polémica en el pasado». Dos días apretados con sesiones simultáneas de comunicaciones distribuidas en diversas áreas ( Filología y Artes, Ciencia y Filosofía, Ética y Sociedad, Feijoo en su tiempo, La mirada posterior, El universo humano de Feijoo, Feijoo escritor, y La igualdad de los sexos, Pedagogía, Historia) en los que se presentará el tomo I de las Cartas eruditas y curiosas, en edición de Inmaculada Urzainqui y Eduardo San José Vázquez, con la colaboración de Víctor Álvarez Antuña, P. Álvarez de Miranda, Silverio Cerra Suárez (†) y Jorge Ordaz Gargallo. El primer simposio El Padre Feijoo y su siglo se celebró entre el 28 de septiembre y el 5 de octubre de 1964, en el segundo centenario de su muerte, y sus actas se publicaron en los «Cuadernos de la Cátedra Feijoo» en 1966, en tres volúmenes que reproducían las tres grandes áreas de aquel encuentro: La obra de Feijoo, Historia y pensamiento en la España de Feijoo y La lengua y la literatura en el siglo de Feijoo. En el tercer centenario de su nacimiento, en octubre de 1976, se celebró el II Simposio sobre el Padre Feijoo y su siglo, que luego fue libro en dos volúmenes publicados en 1981 por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII que hoy organiza esta tercera gran reunión en torno a la figura, las obras y el tiempo del benedictino de Oviedo. Ganas me dan de estar allí ahora; pero no ha podido ser. En la página del Instituto puede encontrarse el programa del congreso y otra información

lunes, noviembre 24, 2014

Juan Goytisolo, Premio Cervantes 2014


© Fotografía de Bernardo Pérez
Me he alegrado mucho al escuchar por la radio antes de comer la noticia de la concesión del Premio Cervantes 2014 a Juan Goytisolo (Barcelona, 1931). Siempre he intentado no resultar petulante cuando he dicho que si a Goytisolo le diesen un premio de los grandes un periodista gráfico que quisiese tomar imágenes de su obra —desde las primeras ediciones de sus novelas hasta un recorte de prensa— se ahorraría mucho trabajo viniendo a casa. Así lo hizo Alex Pachón cuando preparó un documento visual para acompañar la entrega del Premio Extremadura a la Creación a Juan Goytisolo en septiembre de 2005. Me gusta ahora recordar aquello. Una conversación con Goytisolo, a quien llamé a Marrakech, para preguntarle si aceptaría aquel premio extremeño que reconocía toda la trayectoria literaria de un autor iberoamericano. Cuando le dije quiénes lo habían recibido anteriormente (Eugénio de Andrade, Ernesto Sábato, Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Marsé), me dijo que «Si Rafael lo ha aceptado, yo también»; y me parece que añadió que sería el primer premio que le diesen en España. Luego vendrían el Nacional de las Letras de 2008, el Don Quijote de la Mancha en 2010, y el Premio Internacional de Literatura de Formentor en 2012, entre otros. Fue cuando a Ángel Campos Pámpano le premiaron por La semilla en la nieve y cuando en Extremadura existían estos galardones públicos. ¡Cuánto habría celebrado Ángel —mañana es 25 de noviembre— este Cervantes para Goytisolo! Amarilleadas por el tiempo conservo unas páginas de una revista Ozono de 1976 que no sé cómo apareció por casa cuando yo era estudiante de bachillerato y que dedicó a Juan Goytisolo un dossier firmado por Alfonso González Calero, Mauro González Ruano y Rafael Chirbes. Para mí representan la primera marca de mi apego por su obra, que empecé a leer en la biblioteca municipal de Zafra hasta que me compré mi primera novela de las suyas: Juan sin Tierra. De la mano de Goytisolo he leído gran parte de la mejor literatura en español, desde La lozana andaluza hasta José María Blanco White, de Terra Nostra de Carlos Fuentes hasta la obra de Juan Francisco Ferré. Ahora que se le reconoce con el Premio Cervantes me alegro mucho. Me alegro de que el autor que escribió aquel artículo «Vamos a menos» contra este premio, cuando se lo dieron a Francisco Umbral, lo acepte; a pesar de aquel titular de que nunca lo aceptaría y que estaba dispuesto a firmarlo ante notario. Me alegro de que ahora lo acepte, porque no atenta ni contra su dignidad literaria ni contra sus convicciones éticas e intelectuales de ciudadano. Ya sabía yo que no rechazaría el Cervantes alguien que se ha considerado siempre de nacionalidad cervantina. Nuestro último encuentro fue por un motivo muy grato, la publicación de una edición genética de Paisajes después de la batalla, brillantemente elaborada por Bénédicte Vauthier, hace ahora casi dos años, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Como todas las veces que he visto a Juan Goytisolo, aquella noche sentí que aquel acto era importante. En fin, seré un fetichista; pero el reconocimiento simbólico y mediático —el verdadero de sus lectores ya lo tiene y lo tendrá siempre— a Juan Goytisolo es confirmación del valor de una escritura inteligente, renovadora y crítica. Muy viva. Enhorabuena, maestro.

domingo, noviembre 23, 2014

Noticias


De siete a ocho y media de la mañana han sido tantas las veces que he escuchado la misma noticia política, el mismo corte de una declaración o repetida una frase mal construida de un jugador de fútbol —hablan más en los medios, de largo, que los escritores— que cuando ya en el coche escucho Hoy empieza todo en Radio 3 respiro y siento estar en un paraíso íntimo y vivaz. Parecida sensación a la de la hora de comer cuando leo el periódico y a la cuarta página, aún en Internacional, empiezo a sentir una ansiedad por la insistencia en lo que ya conozco y el hartazgo luego en Nacional sobre el mismo exabrupto, la misma obviedad o la misma mentira que a las siete de la mañana. Y no son ganas, no; es pasión la que siento por llegar a la página de Opinión, a la viñeta de El Roto, al chiste de Forges, al obituario..., y los viernes a las críticas de cine. Ay. Ayer, en el patio renacentista de la Taberna El Tostado de Ávila, por el reclamo en portada de una noticia sobre Juan Marsé me salté casi todo el periódico, incluyendo Babelia (Muñoz Molina), para releer encantado que el autor de Si te dicen que caí sigue diciendo que sigue exigiéndose y que no se conforma con la frase que escribe. Qué ganas de empezar a leer Noticias felices en aviones de papel (Barcelona, Lumen, 2014). Y qué bien leer que continúa firme en su protesta y hasta el gorro de tanto politicastro corrupto, «algunos con una verborrea excusatoria tan burda como insultante», en una hartura que lleva explícito el nombre de José Antonio Monago —estupendo, por cierto, el artículo de Irene Sánchez Carrón de hoy en Hoy— y de la que ya uno pudo volver a saber en la entrevista con Nuria Azancot en El Cultural el pasado viernes 14 de este mes. Me gusta cuando Marsé descombra la literatura de la actualidad y de lo real pedestre, y reivindica la ficción y el soberano artificio sobre una realidad, eso sí, estricta; pero estrictamente inventada. Pura literatura. Por eso siempre serán mejores las noticias de Marsé que las de los patéticos papanatas de todos los días.

viernes, noviembre 21, 2014

Las lecturas de Ángel Campos Pámpano


Como todos los años por estas fechas, en torno siempre al aniversario de la muerte de Ángel Campos Pámpano —el 25 de noviembre de 2008—, la asociación cultural «Vicente Rollano» de su pueblo natal San Vicente de Alcántara promueve un acto en homenaje al poeta y traductor. Tendré, de nuevo, el placer de participar esta noche —a las 20:00 horas en la ermita de Santa Ana— para recordar al amigo y hablar de «Las lecturas de Ángel Campos Pámpano», un recorrido por buena parte de la poesía moderna que se encuentra aludida explícita o implícitamente en su obra, de Fernando Pessoa a José Emilio Pacheco, de Aníbal Núñez a César Vallejo... Fino lector y buen profesor, Ángel siempre incitaba a leer lo que leía —un texto, por ejemplo, de Carlos de Oliveira, cuando anduvo con él— y buscaba confirmaciones de lo leído, como si se apoyase en los otros para reforzar sus reivindicaciones en actos de justicia literaria —qué pedazo de poeta Blas de Otero, decía. Lecturas, pues, de Ángel Campos Pámpano en su recuerdo.

viernes, noviembre 14, 2014

La distància dels noms / La distancia de los nombres


«La distancia de los nombres es un documental sobre la búsqueda que inician cuatro jóvenes universitarios para encontrar a unas personas, que, siendo niños durante la Guerra Civil Española, fueron a un tiempo protagonistas y testigos de un proyecto solidario internacional, sin ser conscientes de ello, y para, una vez localizados, ayudarles a recordar y a revivir aquella experiencia tan importante en sus vidas». Así se presenta en su página web este proyecto emprendido por cuatro estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra: Cordelia Alegre y Clàudia Aragon Tirbió en la dirección, Clàudia Barberà Miró en la fotografía y Nico Martínez Millán en el diseño de sonido y montaje. El documental histórico que han elaborado descubre una lista de protagonistas directos de una experiencia conmovedora llevada a cabo entre 1937 y 1940 por un periodista británico, John-Langdon Davies, que ideó un proyecto internacional para ayudar a niños víctimas de la Guerra Civil española, que, gracias a un sistema de apadrinamiento en el que se significaron algunas personalidades muy conocidas —como Frank Sinatra, Peter Ustinov, Ingrid Bergman o Eleanor Roosevelt— , pudieron vivir en casas de acogida. Realizado sin imágenes de archivo y sostenido en el argumento de la propia investigación y búsqueda de testimonios en el presente, el documental necesita el apoyo de todos los que estén interesados en este buceo en nuestra memoria histórica. La distància dels noms. 

martes, noviembre 11, 2014

Aventura


«—¡No huyáis, cobardes, que un solo caballero es el que os acomete!», bromeé. Fue decir eso y detenerse uno de ellos. Se dio la vuelta, me miró fiero y se vino hacia mí. Los otros también. Y entre todos fue tal la somanta de leches que me dieron que todavía hoy me duran los dolores de aquella estúpida aventura.

lunes, noviembre 10, 2014

domingo, noviembre 09, 2014

Ávidas pretensiones


—¿A ti cómo te gusta el whisky?
—A mí con humo y con putas.
Me he acordado de este diálogo de chiste al dejarle mi ejemplar de Ávidas pretensiones a C., que quiere leer la novela de Fernando Aramburu que fue reconocida con el Premio Biblioteca Breve de 2014. Y es que hay un momento en que el tabernero pregunta: —¿Todos ustedes sois de poesía? Y Juanjo Changa contesta que «estos sí», pero que él es de whisky con hielo. Ahora que me he quedado sin mi ejemplar de la novela y que no tengo referencias precisas, me han dado ganas de poner estas líneas aquí después de unas antiguas notas sacadas durante y después de la lectura. Escribí que hay lecturas talentosas que, sin ser trascendentales, adquieren una notoriedad que ya la quisieran las obras de culto. Ocurre, en mi opinión, digo ahora, con esta novela de Aramburu. Me llegó muy bien recomendada por buenos lectores. Entre una y otra recomendación leí comentarios fiables de Álvaro Valverde y Eduardo Moga, entre otros, como el de, más tarde, Enrique García Fuentes. Y la leí. Luego, una buena lectora de Aramburu, también profesora de literatura, me preguntó qué me había parecido; y coincidimos en que, siendo P el planteamiento, N el nudo y D el desenlace, y que en cada una de esas partes hay diferentes capítulos o secuencias (de 1 a 23; de 1 a 21; y de 1 a 5, respectivamente), en P1 hay —a ojo de buen cubero; aunque quizá venga al caso a humo de pajas—, hay, digo, una felatio. En P3 se folla; en P4, el viejo ciego y la jovencita y la viagra. En P7 se chupa una teta; en P8, la relación de las tortilleras Conchita y Susana; en P13 lo mismo; en P19, el vibrador de Amalia Solórzano (A.S.). La parte escatológica es muy divertida, eso sí; pues al final de P6, hay una ventosidad —un pedo— acompañada de un gorgoteo de diarrea. También está en P23 y en N4. Un poco más adelante, la lluvia dorada de Vanessa sobre la cara del ciego, que recibe con arrobo el pipí de la chica que se descubre poeta. La alusión al intento de penetración anal a Amalia Solórzano hace que Conchita Arroyo diga que ella solo se acuesta con gente a la que ama, y, siendo así, la puede penetrar por donde le plazca. Así. Y me he quedado —insisto— sin referencias, sin ejemplar en el que seguir anotando. Esta novela de Aramburu es extraordinariamente divertida y está escrita con talento, es un «auténtico banquete lingüístico» (García Fuentes) y una brillante ristra de logrados recursos gamberros solo admisibles —por el propio autor— en un registro cómico, como la inserción de la definición de un adjetivo como cenceña... Me gustó encontrarme con esa manera de introducir la referencia a la historia del motorista que se quitó el casco y era el rey (pág. 353); y lo del tabernero...; vuelvo a lo del whisky. Si no fuera por todo esto, o precisamente por esto, no puede ser una sátira del mundo poético español. (Se me ha ido el hilo. Me he levantado a buscar hielo y me he acordado de palabras que suscribo del comentario de Eduardo Moga). Y después de todo esto, a ver cómo convenzo al que sea diciéndole que esto es una sátira sobre el mundillo poético español. —¡Amos anda! Esto será otra muestra de que Aramburu es un buen escritor, que sabe tratar con la lengua. No sé. Sí. Esto sí que es crítica literaria, sin referencias; y jugando, sin prejuicios. Sin humo y sin putas; pero con whisky. Con whisky.

miércoles, noviembre 05, 2014

Presentación de 'Apenas sin palabras'

© Antonio Gómez
Esta tarde, en Malpartida de Cáceres, se presenta el libro de Antonio Gómez Apenas sin palabras. Obra experimental (1980-2013), que ha publicado la Editora Regional de Extremadura. Acompañaremos al autor José Antonio Agúndez, Director General de Promoción Cultural, y un servidor, junto a todos los amigos que quieran acudir. Será en el Museo Vostell Malpartida, a las 18:30 horas.

Luis Cernuda [5.11.1963]


«En los últimos días fue su actuación como la de alguien que estuviera dominado por un presentimiento; no parecía el mismo; recordaba con emoción a sus familiares, nos mostraba retratos, estaba afable, comunicativo. Y fue en casa de mi hija, en la sobremesa de un lunes cuatro de noviembre, donde nos hablamos por última vez. Le vimos levantarse de la mesa como todos los días y dirigirse por el jardín hacia mi casa, en donde se encerraba en su habitación por el resto de la jornada. Debían ser sobre las seis de la mañana del día siguiente cinco de noviembre —hora de México— cuando la muerte le sorprendió en la puerta de su cuarto de baño, en ropas de cama, batín y zapatillas, intentando fumar, con la pipa en una mano y las cerillas en la otra. Así lo encontró Paloma unas dos horas más tarde. Tendido ya sobre el lecho, y como despedida, puse mi mano en su frente. La impresión de todo esto es algo indescriptible. A los niños se les ha dicho que tuvo que irse a Veracruz a dar unas conferencias; las criaturas se obstinan en que volverá estas navidades.» (Concha Méndez, «Luis Cernuda», Ínsula, núm. 207, febrero de 1964, pág. 13. Cito por Luis Cernuda. Álbum. Biografía por James Valender. Iconografía por Luis Muñoz. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2002, pág. 460).

martes, noviembre 04, 2014

Leer, conversar, escribir


Me quedo con los tres actos de la cita de Bacon con la que la Escuela de Letras de Extremadura (ELE) difunde el encuentro literario que tendrá lugar hoy en el Instituto de Lenguas Modernas de Cáceres (Avda. Virgen de la Montaña, 14. 20:30 horas): «La lectura hace al hombre completo, la conversación lo hace ágil, y la escritura lo hace preciso». Incluso en ese orden, aunque no llegue a afirmar que cada una de esas actividades consiga ese efecto. Me conformo con que la tertulia que mantendrán cinco escritores —Malén Álvarez Franco, José Mª Cumbreño, Pilar Galán y Jesús Mª Gómez Flores, con José Luis Bernal de moderador— sirva para afirmarse en la lectura, venerar la escritura y conversar. No es mal momento este para recordarlo, cuando se inaugura un nuevo curso de la ELE.