Tiene razón José Manuel Díez al reparar en la paradoja de unir felicidad y futilidad en esa propuesta que me ha llegado por dos lados que agradezco, el de Hilario Jiménez y el de Daniel Casado. Seis cosas sin importancia que me hagan feliz. Pues no sé; hay decenas de pequeños detalles que agradan.
El primer beso del día. Que Gabriel, mi kiosquero me llame por mi nombre. Corregir una errata antes de que sea tarde. Desayunar en la Biblioteca Nacional. Buscar una palabra en un diccionario. El último beso del día.
Y, luego, hay días malos, en los que los extremos se tocan.
jueves, agosto 28, 2008
La felicidad sin importancia
Publicado por Miguel A. Lama en jueves, agosto 28, 2008
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3 comentarios:
Como tengo que implicar a seis personas en esta propuesta, ahí van: mi hermano José María, Pedro Ojeda, Olga Una excusa, Jesús García Calderón, Javier Figueiredo, y Bea, con quien he compartido ese problema en el blog.
Me lo mandó Javier Figueiredo, y luego me lo envió José Manuel Díez. Pero cómo desdeñar buscar otras seis cosas que me hagan feliz...
Pd: la felicidad sin importancia es trascendental
Otro saludo
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