Hemos estado esta mañana tomando cañas por el centro, por el barrio, quiero decir, y los bares, como siempre estaban llenos de todo, menos de humo. En algún lugar he leído que es inmoral asociar el negocio con la salud. Que se lo digan a los gobiernos que obtienen sus beneficios por la venta de tabaco. Sin humo se bebe mejor; y parece que el personal se ha dado cuenta, como es natural. Luego, en casa, me he quedado sin sal y sin azúcar, solo, y he entornado la puerta de este cuarto como hace dos días, como si en otra habitación hubiese alguien, como mi madre, a quien no quisiese molestar con la música que no tengo. Sin música —que tengo cuando quiera—, sin madre —que no me falta— y sin humo —que no me gusta—, me he parado a pensar en si me quedo sin algo por no haber sabido quererlo.
domingo, enero 02, 2011
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2 comentarios:
Si me quedo sin qué... O "si pierdo la memoria, qué pureza". En ese edén de lo indefinido, no sé qué hermosa canción de Pablo Milanés o Silvio Rodríguez me has recordado, pero te invito a recorrerlas, como la del Unicornio que recientemente nos colgabas. Feliz y favorable 2011 (desde el primer día). Es un año para abrir las alcobas donde se guarda el alma, anagrama o emblema para Lama.
Feliz 2011, querido Carlos. Un abrazo.
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