Esta mañana me he acordado de que José Viñals (1930-2009) tituló uno de sus poemas "Técnica perfecta de empezar un libro" y he pensado en que podría haber escrito otro que fuese "Técnica perfecta de empezar un año"; al fin y al cabo, algo tendrán en común año y libro, aunque éste sea más insondable y aquel tenga un metabolismo que depara escasas sorpresas, valdría decir, como creo que podría haberlo hecho este gran poeta que fue Viñals y con el que he empezado este 2011. Con algunas de las páginas de su Caballo en el umbral (Antología poética 1958-2006). Introducción y selección de Benito del Pliego y Andrés Fisher. Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2010, que me han hecho evocar, a modo de complemento a esa jugosa panorámica, el último libro leído de los suyos, que creo que José no llegó a ver antes de morir en noviembre de 2009, Pan (Valencia, Pre-Textos, 2009), a pesar de que su colofón va fechado precisamente ese mes. Una espléndida y última entrega de prieta masa poética del hijo del panadero.
sábado, enero 01, 2011
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