Ayer casi todo salió moderadamente bien. Estuve en la Facultad, y dejé terminado, por fin, un trabajo, que envié por la tarde. A mi madre le hicieron la manicura sin queja, y por la tarde tuvo visitas en casa. Encantada. Luego fuimos al cine. Cuatro minutos, la premiada película de Chris Kraus, sostenida por la interpretación de una joven Hannah Herzsprung (Jenny) y la madurísima Monica Bleibtreu (Traude Krüger). Nos la recomendaron unas amigas, y merece la pena.
Su crudeza es la del cartel en alemán, porque la imagen de promoción que se da por aquí, y que también reproduzco, es, como poco, una estafa. Es falsa, además. Porque Jenny no toca el piano esposada y con ese vestido en ningún momento de la película. Las esposas y el vestido ocupan momentos distintos y distantes. Qué cosas. Pero es muy recomendable, dura y sublime a la vez, como la propia historia. Con dos pegas importantes: el tratamiento excesivamente victimista del lesbianismo y el despliegue de medios policiales, de serie americana. No doy más datos por respeto a los que no la han visto. Sí, sobre la música, imprescindible.
A mi madre no le gustó. Todavía no ha dicho nada. Y hoy va al podólogo.
jueves, agosto 23, 2007
Cuatro minutos
Publicado por Miguel A. Lama en jueves, agosto 23, 2007
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8 comentarios:
A mí me encantó. La música, especialmente. En general la película tiene una fuerza tremenda (aunque creo que a mi madre tampoco le habría gustado).
Lo de los despliegues policiales yo creo que es un defecto general del cine; yo jamás los encuentro justificados, ni creo que se parezcan a los reales, es como si en lugar de ir a detener a una persona fuesen a enfrentarse a, por ejemplo, los 4 Fantásticos.
Lo del lesbianismo tal vez haya que verlo desde el punto de vista de su pasado, de lo que significaba cuando ella lo "cometió". Y, a ese respecto, una vez más uno no puede evitar preguntarse cómo lleva un país un pasado como el suyo, cómo se asume eso (claro que me temo que no hace falta irse a Alemania para encontrar asimilaciones en falso).
Un saludo.
Gracias Portorosa, me alegro de compartir tu opinión sobre la película. No sé, sigo creyendo que el tratamiento del lesbianismo, no ya sólo en el contexto de la Alemania nazi, sino desde la conciencia del propio presente del personaje atormentado, sería revisable. Pero esto no le quita nada de calidad a una película excelente.
Un saludo
Me apunto la sugerencia.
Tengo una pregunta morbosa: "Ayer casi todo salió moderadamente bien". ¿Qué fue lo que salió mal? xD
(Por cierto, me gusta cuando hablas de tu madre).
¿Deformación profesional? No busques excesiva literalidad en algunos textos; dejemos algo para la sugerencia poética, lo sorprendente, el juego entre lo real y lo ficticio, y una cierta exaltación de lo absurdo, por ejemplo. Y gracias, Unaexcusa.
Me encanta que te ocupes de tu madre y que hables de ella con tanto cariño.Ojalá contribuyas a que la atención alos mayores se ponga de moda
Gracias, pero me gustaría a veces tener más paciencia (y que ella tuviese más cabeza, que son como niños), y tomarme las cosas de otro modo. Traerla aquí, a este cuaderno, y de esta forma, es un buen ejercicio. Y dentro de unos días, más, porque será su cumpleaños.
Profesor Lama, acepto su sugerencia, ahora sólo falta encontrar un hueco y llevarme a mi madre al cine... y es que esto de ir al cine con las madres tiene su aquel no se crea, la mía es capaz de darle todo un giro al trasfondo de la historia y quedarme de piedra con sus análisis...
La mía ve las películas haciendo crucigramas. Salvo Sleepy Hollow, que la vio en el cine con mi hermano... y Una historia verdadera, de David Lynch, que le encantó. Y mira que es lynchniana (o como se diga) esa película...
Tiene sus ventajas, lo de los crucigramas: siempre le parece que es la primera vez que las ve...
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