De la cultura

Ayer, el Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en la entrega de los Premios Extremadura a la Creación habló de la importancia de la cultura. Allí estaban, arriba, los premiados, Rubén Prieto, José Antonio Zambrano, Adolfo Aristarain y Eugenio Trías. Me senté al lado, abajo, de Paco Rebollo, de Manuel Borrás y de Félix Grande, y detrás de Mario Camus y José Sacristán, que fue a Badajoz a acompañar a su amigo Adolfo Aristarain, como yo fui a estar con mi amigo José Antonio Zambrano. Me preocuparon las palabras del presidente. Por el peligro de la impostura. Si el recorte en Educación y Cultura es menor que el de otras partidas, me callo; pero me parece que no, y por ahí va hoy la viñeta de Forges. No sólo los profesores pierden poder adquisitivo, sino que la plantilla se reduce, y los fondos para proyectos educativos, infraestructuras y refuerzos docentes se ven disminuidos. En otras áreas culturales, me consta, la reducción es de un cincuenta y un sesenta por ciento. La educación y la cultura nunca han sido tratadas en su justa importancia por ningún gobierno que yo haya conocido —y son ya demasiados años desde lo de la ILE—; e insisto, cuando la nota de corte para cursar un grado de Educación (Infantil, Primaria o Social) sea un 8, estaremos hablando de otro estado de las cosas. En fin, como los resultados no son inmediatos, no vale nada. Es verdad, no vale lo mismo un premio a toda una vida trabajando que otro a un triunfo en el último minuto o a una aplaudida canción de temporada.