domingo, mayo 31, 2009

Lecciones de Teatro Clásico II


Lecciones de Teatro Clásico (II)
Escenarios y lecturas del teatro europeo de los siglos XVII y XVIII

Desde el miércoles 24 al viernes 26 de junio de 2009

LUGAR DE CELEBRACIÓN
Salón de Actos del Palacio de La Generala. Servicios Centrales de la Universidad de Extremadura. Plaza de Caldereros, 1. Cáceres
CRÉDITOS: 2,5
PARTICIPANTES
Germán Vega García-Luengos (Universidad de Valladolid)
Helena Pimenta (Asociación de Directores de Escena de España)
Eduardo Vasco (Compañía Nacional de Teatro Clásico)
Lourdes Bueno Pérez (Austin College. Texas)
Marcos Ordóñez (Universitat Pompeu Fabra-Babelia, diario El País)
Abraham Madroñal (Centro de Ciencias Humanas y Sociales. C.S.I.C.)
Laura Dolfi (Universidad de Parma. Italia)
Mª Rosario Leal Bonmati (UNED. Plasencia)
Denis Rafter (Autor y director)
Emilio Peral Vega (Universidad Complutense de Madrid)
Francisco Lafarga (Universidad de Barcelona)
Gregorio Torres Nebrera (Universidad de Extremadura)
José Luis Oncíns (Universidad de Extremadura)
Inés Rodríguez (Universidad de Valencia)
Isidro Timón Rodríguez (Consorcio Gran Teatro Cáceres)
Francisco Javier Magariño (Festival de Teatro Clásico Alcántara)
DIRECTOR
Miguel Ángel Lama (Universidad de Extremadura)
SECRETARIO
José Roso Díaz (Universidad de Extremadura)
INFORMACIÓN
Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Plaza de Caldereros, 2 CÁCERES.
PATROCINA
CONSEJERÍA DE CULTURA Y TURISMO DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

CONSORCIO GRAN TEATRO DE CÁCERES
XX FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE CÁCERES

Programa

viernes, mayo 29, 2009

Aleixandre

El martes estuve con mi compañera Isabel Román y un grupo de estudiantes de Filología y de Humanidades en la sede del Instituto Cervantes de Madrid y recogí la agenda cultural para mayo-julio, que reproduzco por esa página. Fue una visita muy agradable, y trascendente, en lo que tiene de constatación del futuro laboral de los estudiantes de Filología Hispánica, habida cuenta de la depreciación de estos estudios.
En la agenda se anuncia para el 16 de junio, a las 19:30, la presentación del libro Vicente Aleixandre, publicado por Devenir en su colección de ensayo con el patrocinio de la Fundación Gerardo Diego y el Centro Cultural Generación del 27, y coordinado por José Antonio Llera. Me lo envió Pureza Canelo hace ya un par de semanas y pude leer parte. Ahora me alegra poder dar cuenta de su presentación en el Cervantes de Madrid.
Sobre muy diversos aspectos y desde perspectivas y planteamientos diferentes, escriben en el libro Fernando Abascal, Carlos Alcorta, José Andújar Almansa, Sergio Arlandis, Jesús Cabezón, Antonio Colinas, Alejandro Duque Amusco, Rafael Fombellida, Fernando Gómez Aguilera, Juan Antonio González Fuentes, Elda Lavín, Javier Lostalé, Antonio Lucas, Julio Maruri, Julio Neira, Lorenzo Oliván, Ángel L. Prieto de Paula, José Luis Puerto, Alberto Santamaría, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena. Cito todos los nombres por orden de aparición, es decir, alfabético, que yo creo que no ayuda a la entidad de este libro como un asedio plural a la figura y a la obra de Aleixandre. Porque va todo mezclado, porque los criterios son muy distintos en los diferentes trabajos, porque hay contribuciones de tres folios, casi testimoniales, y trabajos de cierta extensión y de perfil académico con notas o con bibliografía final; porque hay artículos sobre Ámbito (1928) y sobre los últimos libros del poeta, los vividos y los póstumos, desde Diálogos del conocimiento (1974) hasta En gran noche. Últimos poemas (1991). Creo, pues, que habría mejorado este buen resultado final una organización distinta del volumen. Así, de algún modo, podría destacarse el texto escrito por Antonio Colinas, “Para una reivindicación de la figura de Aleixandre”, que, sin ser el mejor del libro, es, sin duda, uno de los más importantes por su sentido trascendente, su empuje en estas horas en las que se recuerda a un poeta hoy poco leído.

Presentación del libro en el Instituto Cervantes de Madrid. 16 de junio, a las 19:30 horas. Intervendrán Javier Lostalé, Aurora Luque, Jaime Siles, Pureza Canelo y Juan Pastor.

miércoles, mayo 27, 2009

Larra

En la misma habitación numerada (226) en la que leí el libro de Elías Moro aquí aludido, leí la mayor parte de este otro de Jesús Miranda de Larra (Aguilar, 2009). Este tipo de libros casi siempre me defrauda. Aun así, éste tiene una información y una manera de presentarla que resultan útiles, aunque no pueda decirse que definitivas, como conviene a esos grandes estudios biográficos que se han publicado sobre autores principales.
Para el estudioso y para ciertos lectores exigentes, a este libro le sobra descripción somera y grado elemental ([El Romanticismo] “Fue un movimiento principalmente literario, pero también afectó a la música y a las artes visuales” […] “El absolutismo de Fernando VII impidió el florecimiento del Romanticismo en España y no fue hasta después de su muerte, en 1833, cuando llega a España.”), y le falta el estilo y el pulso narrativos que mantengan en el lector parecida intensidad a la atribuible a la corta vida que se cuenta.
Jesús Miranda es muy deudor de los grandes estudiosos de Larra, como Carmen de Burgos, José Escobar o Rumeau, como Romero Tobar, Varela…, a quienes cita en su “Reconocimiento”; y aporta documentos y referencias inéditos. Pero al lado de cartas de interés, de datos útiles, y de poemas reunidos sin explicación, encontramos secciones tan poco fiables como “Ideario y fraseología” (“Libertad en todo”, reza una de esas frases sin mención de procedencia) o tan insustanciales como “Itinerario madrileño”, que parte de la calle de Segovia en la que nació Larra y llega a la parroquia de San Andrés, que le toca de cerca. Se escamotea una base razonable a la hora de fabular sobre los últimos instantes del escritor, pero se dedican más de cuatro páginas al inventario de sus pertenencias, desde una levita de paño negro hasta los Cuentos morales de Marmontel.
Por último, me ha llamado la atención, después de tantos documentos reproducidos para bien del conocimiento, que en la página de créditos se mencione el © de los Herederos de Luis Cernuda porque en el capítulo IV del libro se reproduce el poema “A Larra con unas violetas”. Insisto; cualquier día se presentan en clase o en casa los comisarios de una Sociedad para pedirme cuentas por utilizar tanto la poesía de Cernuda. ¿Sólo la de Cernuda? Es que no tengo conocimiento…

domingo, mayo 24, 2009

La Novena por los 10

Para celebrar los diez años de los Cursos de Verano de la Universidad de Extremadura, el Vicerrectorado de Extensión Universitaria ha organizado dos conciertos, uno en Badajoz ayer, otro esta noche en Cáceres, de la orquesta y coro de la Universidad Autónoma de Madrid y del coro de la Universidad de Extremadura, que han interpretado la Novena de Beethoven.
Más que notable ha sido el concierto en el auditorio casi lleno del Complejo Cultural San Francisco, cuyo escenario, creo, se ha quedado algo pequeño para tanto músico y cantante. Portentoso el final (O Freunde, nicht diese Töne!) que ha disipado tanta falta de atención entre una parte del público que parecía estar en un cine de verano. Creo que yo no sería el único en estar agradecido si se impusiese la buena costumbre de no permitir la entrada a ningún acto —cine, teatro, conciertos— una vez que haya comenzado. Por lo demás, una excelente manera de cerrar este domingo.

sábado, mayo 23, 2009

En la Feria del Libro de Badajoz

Otro año en la Feria del Libro de Badajoz. Esta vez con más intensidad. Dos actos espaciados por unas quince horas. El jueves, en el homenaje a Ángel Campos Pámpano. Disfruté desde el momento en que Eduardo Achótegui apareció una hora antes del acto, en “La Marina”, con varios ejemplares del libro editado por el Ayuntamiento pacense y diseñado por Luis Costillo. Disfruté por este testimonio impreso en homenaje a nuestro amigo porque es lo que realmente quedará de un acto emotivo y multitudinario, como era de esperar. Qué lástima no haber estado por la mañana con los chicos de los institutos que devolvieron a Ángel tanta entrega y generosidad a lo largo de años y de generaciones de bachilleres. Gonzalo y yo llegamos a Cáceres pasadas las once y media de la noche. Él todavía tenía carretera hasta Plasencia.
El viernes por la mañana volví a la misma carpa, a la misma mesa, con mucho menos público y con mucho más ruido en el exterior, para presentar, junto a Francisco Espinosa, Antonio y Mariano Otero San José, la antología de la Obra periodística y literaria del padre de estos dos últimos, del escritor extremeño, de Cabeza del Buey, exiliado en Francia, Antonio Otero Seco (1905-1970). Editada en la colección “Rescate” por la Editora Regional de Extremadura, es la primera vez que se difunde ampliamente la obra de este periodista, profesor en la Universidad de Rennes y crítico literario en Le Monde. La misma Editora, a continuación, presentó otra novedad, la antología Segunda vuelta de Moisés Cayetano Rosado. “¡Qué precioso!”, exclamó una mujer entre el público al finalizar el autor la lectura de uno de sus poemas. Comí en Badajoz, en el Zurbarán, y me acordé de Ángel, de tantas veces allí, por tan diversos motivos literarios.
Al llegar a Cáceres, me llama Álvaro Valverde para darme la noticia, todavía difusa, de la muerte de Lola Santiago (Granja de Torrehermosa, 1952). Otra vida literaria rota. No la conocí. Sí algunos de sus poemas, sí algunos de sus artículos en ABC. Sí a su desconsolado hermano, a quien mando un abrazo en este sábado extraño en que me entero de la muerte de Rafael Conte (Zaragoza, 1935). Por no salir de ABC, recordaré lo que escribió en sus páginas Conte sobre su oficio allá por el verano de 1990: “No sé si soy un buen crítico, ni siquiera si un escritor, a pesar de que escribo casi sin parar. No tengo ningún poder, ni lo quiero, sólo me conmueven los libros, las mujeres y la buena gastronomía. No sirvo más que al libro, lo mejor que puedo y sé, y nunca me he negado al debate ni a la crítica. Cualquier libro, por el mero hecho de serlo, merece todo mi respeto, por lo menos antes de leerlo. Después, la literatura dirá. Y después del libro, sólo respeto al público, pues en medio de ambos me sitúo. Y lo demás es silencio, con perdón.” Hablamos de él Gonzalo y yo en nuestro viaje de vuelta desde la Feria del Libro de Badajoz.

martes, mayo 19, 2009

Cuadernos del Matemático

El pasado 14 de marzo se celebró en Getafe la gran fiesta de celebración de los veinte años de esta revista ilustrada de creación del Instituto de E. S. “Puig Adam” de esa ciudad madrileña. En ella se presentó, además, este espléndido número 41-42 que luce esa fotografía de Alberto García Alix.
Su director, Ezequías Blanco, me ha enviado este enlace con el documental que hizo Rufo Pajares para la ocasión. Un documento excepcional.

sábado, mayo 16, 2009

Me acuerdo

Me acuerdo de haber recogido ayer por la mañana de mi apartado este ejemplar de Me acuerdo (Calambur Editorial, 2009), de Elías Moro, que ya tributó su homenaje a Georges Perec (Je me souviens, 1978), junto a Daniel Casado, hace ahora diez años (Mérida, De la luna libros, 1999). En aquella edición, los textos de Elías eran 183, si no he contado mal, y concluían con Camus de portero en un equipo argelino. Ahora, Elías Moro ha querido emular a Perec y sus 480 textos, pero le han ‘salido’ cuatrocientos setenta y cinco, si no he contado mal. Así que, si es así, este memorativo y memorable y memorioso libro de Moro es más singular, y tiene esa originalidad en su emulación y homenaje.
“Me acuerdo de mi madre cantando aquellas coplas que aprendió de pequeña, cuando la guerra” es el primer meacuerdo. “Me acuerdo de Georges Perec” es el último. (La génesis de la creación, o sea, la madre y Perec). He disfrutado con todo lo que hay dentro, sin que me haya afectado ese punto intransferible que tiene la primera persona que se expresa. Lo hace tantas veces desde la evocación de algo compartido, que llega a resultar asumible, y tan cercano…
Brillante es la cubierta de esta edición, con esos cromos de la colección “Vida y color”, propiedad de este escritor que recopila, archiva y acomoda para bien de todos los que algún día le lean y le conozcan. Y me acuerdo nítidamente de haber leído estos textos sentidos, en una habitación numerada, 226:

ME ACUERDO de cuando tenía que lavarme frotándome los codos, las rodillas y los talones con jabón de sosa y piedra pómez. Durante mucho tiempo creí que pómez, como Gómez, o Pérez, era el apellido del fabricante de aquella tortura llena de agujeros y rugosidades. Le odiaba en cada lavado.

jueves, mayo 14, 2009

El rey de la copa

© Fotografía de Antonio Espejo

Desde que la vi publicada —creo que en El País— esta fotografía sigue emocionándome. Ayer más. Aunque yo voy con el Athletic —siempre, desde muy pequeño—, me alegra ver al que fue ese chaval de quince años de la foto triunfar con un fútbol espectacular. Quizá la clave de su éxito esté en esa mirada, la de alguien que cree en el fútbol, cuando es un deporte. La mirada admirada de un chico extasiado ante el éxito —que no llegó a cuajar— de aquel entonces: llegar a la final de la Copa de Europa en 1986, con Terry Venables como entrenador, que era llevado a hombros por una de esas leyendas del Barça, “Migueli”.
Lástima que el Bilbao no haya ganado esta copa. Mi pie a la foto de Guardiola sería el mismo. ¿Entonces? Con un 2-1 habría bastado. O a los penaltis, qué sé yo.

domingo, mayo 10, 2009

Hiperfrecuentadores

Así llaman algunos médicos a los pacientes que acuden como media quince veces al año a sus consultas. Al parecer, uno de cada diez usuarios visita continuamente al médico de atención primaria y genera un 30% del gasto sanitario. La noticia me ha recordado la anécdota que nos contó un amigo médico que dijo a una de sus pacientes que llevaba una semana sin acudir a su consulta:
—Cuánto tiempo sin verla. Por lo menos, hace una semana que no venía…
—Ay, doctor, es que he estado mala.

Diálogos de la lengua (I)

Suelo resolver algunas dudas lingüísticas —y de otras índoles— gracias a la asistencia de Pedro Álvarez de Miranda, que además me favorece con su amistad. Mi sabio amigo Pedro es catedrático de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid y se ha interesado especialmente en su carrera profesional por la lengua y la literatura del siglo XVIII español. Como nuestros diálogos —casi siempre a requerimiento de mi ignorancia— resultan jugosos y luminosos por las respuestas de mi amigo, iré dejando aquí algunos de ellos.
El primero surge de una corrección que me hicieron al texto de un artículo que escribí. Yo quería escribir: “Esta amable discrepancia no se explica por que yo esté convencido de que los gustos lectores de hace cuatro décadas hayan cambiado en esa dirección […]”. Cuando se publicó, alguien lo había modificado, corrigiéndolo, en “[…]no se explica porque yo esté convencido[…]” Pero yo no quería escribir una construcción causal. Es cierto que, como me hizo ver Pedro, el caso es dudoso y la corrección se justifica. Quizá una solución habría sido escribir “no se explica por el hecho de que yo esté convencido de que los gustos lectores de hace cuatro décadas hayan cambiado"; pero tiene el inconveniente, como dice Pedro Álvarez de Miranda, de que resulta prolijo.
El Diccionario panhispánico de dudas (pág. 513a) advierte que “No debe confundirse la conjunción porque con las secuencias siguientes, en que aparece escrito por que en dos palabras:
a) La combinación del pronombre relativo que precedido de la preposición por. Su identificación es fácil, ya que el relativo que admite la anteposición del artículo correspondiente (el, la, los, las) o puede sustituirse por otros relativos como el cual, la cual, los cuales, las cuales: «La verdadera razón por que [= por la que, por la cual] quieres quedarte es Miguel» (Allende Casa [Chile 1982]).
b) La combinación de la preposición por exigida por un verbo, un sustantivo o un adjetivo, seguida de la conjunción subordinante que: «No había que preocuparse por que me volviera la destemplanza» (Mendicutti Palomo [Esp. 1991]); «Expresó su interés por que el decreto se lleve a cabo» (Abc [Esp.] 15.11.97); «Llegan incluso ansiosos por que nos lo creamos» (País [Esp.] 9.10.97)”
Pedro allegaba algunos ejemplos más: “Una ciudad no mejora por que se le haga un Guggenheim”, que fue titular de una entrevista de Jesús Ruiz Mantilla y Miguel Mora a Santiago Cirugeda publicada en El País (22 de agosto de 2005, pág. 56). Lo curioso es que en el cuerpo de la entrevista la misma frase está así: “Una ciudad no mejora porque se le haga un Guggenheim” . Otro es del escritor Juan José Millás, que escribió en el mismo periódico el mismo día: “Cuando no se cabrean [los obispos] por la gravitación universal, se cabrean por que usted se divorcie y sea feliz”.
“Este último ejemplo —me escribía Pedro Álvarez de Miranda— es muy interesante: Millás usa "cabrearse por algo" (en este caso un sustantivo, ‘la gravitación’). Y luego quiere utilizar una construcción paralela, otra construcción que también lleve por, pero seguida ahora no de un sustantivo sino de una subordinada sustantiva. Por eso lo separa. Ahora bien, "incurre", realmente, en una causal, y sería más lógico porque: "... los obispos... se cabrean porque usted se divorcie y sea feliz". Se parece mucho a tu caso.”

jueves, mayo 07, 2009

José Emilio Pacheco

Conocí la poesía de José Emilio Pacheco gracias —una vez más— a la recomendación de Ángel Campos Pámpano. Acababa de publicar, en una de las cajas de la colección “Arco Iris” ideada por Antonio Gómez, una breve plaquette titulada Materia del olvido (1985), que recogía parte de unos versos del poeta mexicano: "La poesía es la sombra de la memoria / pero será materia del olvido." Luego, Ángel citó esos versos como lema final de su libro La ciudad blanca (1988), y rescató algunos textos de aquella primera entrega, en Siquiera este refugio, de 1993, cuya sección cuarta se tituló “Materia del olvido”, ahora ‘desaparecida’ en su poesía reunida La vida de otro modo (2008).
Por aquellos años de “Arco Iris” se publicó una antología de Pacheco elaborada por Luis Antonio de Villena en la colección “Los Poetas” de Ediciones Júcar. La compré. Luego leí Los trabajos del mar, creo que por el ejemplar de Ángel. Una buena recomendación.
Habría alegrado mucho a Ángel la concesión del XVIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana a José Emilio Pacheco que se ha anunciado hoy. Espero que no siga cumpliéndose aquello que escribió el mexicano: “Extraño mundo el nuestro: cada día / le interesan más los poetas; / la poesía cada vez menos.”

miércoles, mayo 06, 2009

Colateral

Es una presencia permanente que uno no busca, pero que tolera. Ahí están, a todas horas. Hay quien los llama widgets, y hay quien no los quiere; otros escriben sobre los enlaces en la barra lateral y que su objetivo es ofrecer a los usuarios de páginas y cuentas unos anuncios, unos vínculos, unos contenidos útiles y relevantes para sus intereses específicos.
No me atrevo a decir que no les hago caso; y, menos, hoy, que escribo sobre ellos. Pero es que a veces resultan hilarantes. Hace tiempo me escribía un colega para hablarme de un libro recibido de un autor como Otero Seco y el enlace que se me ofrecía era de unos equipos de limpieza criogénica y de producción propia de hielo seco. Hace menos, un amigo bromeaba con el yerno de Aznar, el tal Agag, tras otra broma mía sobre el Bigotes del PP, y en la barra lateral me apareció un anuncio sobre libros de chino mandarín.

viernes, mayo 01, 2009

1º de Mayo

Hace unos meses leí un interesante artículo de Emilio Peral Vega sobre Juan José (1895) de Joaquín Dicenta, en donde reflexionaba sobre el componente sentimental y el grado de conciencia social de una obra que pronto se convirtió en un modelo del movimiento obrero. Emilio Peral evocaba la conocida propuesta de Eduardo Zamacois (en El Liberal, el 9 de mayo de 1916):
“Últimamente, un periodista de talento, José de Urquía, tuvo la feliz ocurrencia de publicar Juan José el ‘Primero de Mayo’. Día consagrado a la Fiesta del Trabajo, y la copiosísima edición que hizo del drama y que dedicaba ‘a los obreros españoles’, se agotaba en pocas horas. Este hecho, que acredita una vez más la inmarcesible juventud de esta obra, me sugiere la siguiente idea, que ofrezco a todos los comediantes, y muy particularmente al insigne actor don Emilio Thuiller: ¡Por qué no celebrar anualmente, en todos los teatros de España, con Juan José, el aniversario glorioso denominado la Fiesta del Trabajo!”
El actor Thuiller escribió a Zamacois pocos días después para decirle que aceptaba la proposición, y parece que la idea cuajó entre otros colegas de profesión, hasta generalizarse y convertirse en una celebración del 1º de Mayo que la guerra civil truncó, como tantas cosas.

La fotografía es de un programa de mano de las funciones organizadas por la Agrupación Femenina Republicana el 30 de abril de 1935 en Logroño. Procede de www.bermemar.com