miércoles, mayo 06, 2009

Colateral

Es una presencia permanente que uno no busca, pero que tolera. Ahí están, a todas horas. Hay quien los llama widgets, y hay quien no los quiere; otros escriben sobre los enlaces en la barra lateral y que su objetivo es ofrecer a los usuarios de páginas y cuentas unos anuncios, unos vínculos, unos contenidos útiles y relevantes para sus intereses específicos.
No me atrevo a decir que no les hago caso; y, menos, hoy, que escribo sobre ellos. Pero es que a veces resultan hilarantes. Hace tiempo me escribía un colega para hablarme de un libro recibido de un autor como Otero Seco y el enlace que se me ofrecía era de unos equipos de limpieza criogénica y de producción propia de hielo seco. Hace menos, un amigo bromeaba con el yerno de Aznar, el tal Agag, tras otra broma mía sobre el Bigotes del PP, y en la barra lateral me apareció un anuncio sobre libros de chino mandarín.

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

... y lo mejor es que, según dicen, los programas informáticos, eligen la publicidad más afín al contenido...

Unknown dijo...

Hay puertas que conducen a diferentes lugares, los widgets no escapan a esa particularidad, y cubiertos bajo el manto de números y vínculos, y los dominios desconocidos de las plantillas y la Internet, se vuelven peligrosos clones, puertas y espacios que no siempre nos llevan al lugar donde queríamos llegar. Una vez me paso de hacer doble clic sobre uno de ellos buscando algo sobre la estética en Aristóteles y terminar en la página de una chica que dibujaba corazones en los muslos de señores blancos y flacos con cera derretida, una cosa de lo más curiosa y para nada (desde mi punto de vista) estético.

El mundo esta lleno de colaterales, sobre todo, de “daños colaterales”, deberíamos mejorar la puntería, hacer las cosas sin tanta farsa, sin tanto provecho material y espiritual.

Un saludo. Buen lugar tienes.

HologramaBlanco