Mi texto publicado aquí bajo el título "Hoy" pretendía confesar un estado de ánimo al tiempo que se proponía como apunte sobre el sentido y contenidos de estos cuadernos de bitácora. Pero es la confesión de un estado de ánimo lo que me lleva ahora a precisarlo, o no. No por lo ambiguo o inconcreto, sino porque lo dicho puede ser interpretado casi unívocamente de otro modo, quiero iluminar —es un decir— mi propio texto con una tímida nota: mi tristeza de ese día vino provocada por un asunto, digamos, literario y profesional. Como un episodio bélico de autor a crítico. Así fue para mi desgracia. Nada más.