La fotografía está tomada ayer, en la Piazza San Fedele de Como, muy poco antes de que empezase a llover y una tormenta tras otra oscureciesen el cielo en un verano extraño que está dejando cerca del centenar de litros por metro cuadrado en muchos lugares de la Lombardía. Precioso sitio que, a pesar de la visita intempestiva de la lluvia casi siempre a la caída de la tarde —con la tarea cumplida—, hemos disfrutado en estos días.
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