La experiencia de la lectura de un buen ensayo sobre poesía tiene dos direcciones, una de ida y otra de vuelta. Ocurre la primera cuando el ensayo nos propone una lectura hasta el momento desconocida, no hecha, cuando nos incita e invita al conocimiento de un autor no leído y muy poco conocido antes. La segunda se da cuando el intérprete nos ofrece una lectura complementaria a la que hicimos, nos muestra nuevas rutas sobre un territorio ya transitado. Se impone, pues, la experiencia de leer, y así se expresa en el primer ensayo —una conferencia— de este libro, «Tomar partido por las cosas»: «[…] entiendo que no cabe otra opción para un pensamiento que sea personal que recorrer los itinerarios trazados por otros, pensar con las palabras de otros, encontrar un montaje, una sonoridad distinta de esas palabras que de pronto diga algo que ellos no dijeron; suelo trabajar así: citando mucho, en la esperanza de que en esas palabras se dibuje mi voz.» (pág. 16). Un libro que empieza muy bien, con la dedicatoria a Nicanor Vélez; y que contiene algunos ensayos inéditos. Siempre, la palabra dicha por Miguel Casado sabe; sabe decir, sabe mostrar e iluminar lo que se ha leído. Con este libro, he estado de ida, por ejemplo, con el ensayo «El olor de todas las razas» sobre T. E. Lawrence y Los siete pilares de la sabiduría; también con el que dedica a El síndrome de Gramsci, la novela de Bernard Noël, que no he leído. De vuelta puede decirse que estoy, pro domo mea, con aquellos otros autores sobre los que Miguel Casado ha vuelto a escribir con digna autoridad: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Vicente Núñez, José Ángel Valente, Antonio Gamoneda, Manuel Padorno, Aníbal Núñez y José-Miguel Ullán. La lista ilumina parte del pensamiento de Miguel Casado y trasluce su poesía. «La poesía, pues, como la partitura en la que sería posible leer una autobiografía» (pág. 186), dice a propósito de Gamoneda. La lectura, como experiencia esencial de una vida, es un tramo considerable de la de Miguel Casado; partitura, pues, en forma de ensayo —La palabra sabe— de su autobiografía. Felicidades, Miguel. Y felicidades.
Miguel Casado, La palabra sabe y otros ensayos sobre poesía. Madrid, Libros de la resistencia (Colección Paralajes, 1), 2012.
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