viernes, mayo 25, 2012

Porno ficción

Otra vez llego a mi ritmo a un nuevo título de Diego Doncel, que como novedad tiene ya un año, pues apareció en marzo de 2011 en DVD Ediciones como XXXVII Premio de Poesía Ciudad de Burgos. No es nueva (¿con respecto a qué?) esta tardanza. Principalmente desde su novela El ángulo de los secretos femeninos (Mondadori, 2003), Diego Doncel viene buscando en su escritura una manera distinta de expresar cierto fastidio universal —Juan Meléndez Valdés— del hombre contemporáneo. Mencionar con lo contemporáneo a un ilustrado como Meléndez me lleva a la imagen de un casi coetáneo suyo: Rousseau. Me lleva al paseante solitario y sus ensoñaciones; pero por un paisaje urbano. El escenario de asfalto, hormigón y metal de En ningún paraíso (Visor, 2005), el anterior libro de poemas de Diego Doncel, parece prolongarse en Porno ficción, un libro también muy cercano a la imagen y al relato cinematográficos, a la expresión visual dinámica, aquí sobre la base versicular del poema. Y en el carril de aceleración un discurso de protesta —solo discurso—, una propuesta provocadora —solo propuesta— que se resumen —no nos engañemos— en la letra de 17 poemas: Limonada y pastillas. Momentos de ciencia ficción. Hipermodernidad. Sexsurfing. Zonas de tránsito. Ocean Club. Racaille et restau du coeur. Autopistas y burbujas. La experiencia del shock. Psycho. TV Psiquis. Affinity toxic. Refugios. Lo furtivo. Ventanas electrónicas. Glitch o la ciudad del error. The end: catástrofe. Por ejemplo. Y creo que esta relación, para el que no ha leído el libro, vale más que la mejor de las reseñas. Diré también que el mensaje o grito o eslogan principal del libro es nuevamente en Diego Doncel sentimiento y pensamiento; pero sentimiento ahora como supervivencia frente a una industria sentimental creada por una sociedad salvajemente consumista ¿y deshumanizada? Quizá por esto Porno ficción se justifica en el sentimiento más real y cercano, el que sugieren paratextos como la "Nota final" a modo de carta dirigida a "Querida A". Esa inicial, primera del alfabeto, coincide con la del nombre de la mujer del poeta y con la del de su hija. La primera es receptora que ya aparece supuestamente en la nota preliminar de tan solo ocho palabras: No leas esta dedicatoria / es una vía revolucionaria. La segunda está, con su hermano, en la dedicatoria, tras dos citas de Shakespeare y C. Jung: Para Andrea y Fernando. El futuro, ojalá revolucionario. Los tres están en Porno ficción y estuvieron más explícitamente en En ningún paraíso. Diré también, hablando de paratextos, que duele encontrarse en el texto de Amador Fernández-Savater, en cuarta de cubierta, con ese radioactiva que choca tanto. Y diré también que tengo la suerte de leer libros que tienen la capacidad de sugerir literariamente lo que otros muchos libros de poemas no logran, y lo hacen desde lados distintos, a veces antagónicos. Es la grandeza de esto. En cuanto a la presencia del pensamiento, remito al poema Racaille et restau du coeur, que comienza "Nosotros no pensamos, nosotros consumimos pensamientos". Hay más.

1 comentario:

Gallego dijo...

Excelente reseña en lo que ha de ser una reseña de blog, apuntando más que diseccionando, las claves de un libro. Despierta el apetito por ese libro.