© Ricardo Gutiérrez
Leo hoy en El País que "Obama une a Clinton y a Bush para salvar a Haití de la devastación". Impresionante. Todas las colectas de las misas de hoy en España van a ir para ayudas a los damnificados por el terremoto en Haití. Impresionante. Hoy, en El País, Javier Moreno entrevista al Presidente del Gobierno. La conversación se estructura en tres epígrafes: la presidencia española de la UE, la economía, la política. Ni una línea para la educación. No se puede hablar de todo. Sólo de lo importante. Impresionante. Cuadernillo del Domingo: el testimonio de Tony Judt, Noche, que padece esclerosis lateral amiotrófica. Impresiona. Mañana, más.
2 comentarios:
Ni de educación, ni de cultura.
Sí, se ha hablado mucho de educación durante mucho tiempo: a cuenta de unas cruces que hay colgadas en algunas aulas...
Yo soy atea, pero a mí una cruz no me molesta: comprendo que mi ateísmo es una pura y dura cuestión de creencias. Tampoco me molesta una media luna y, cuando he tenido que escribir en un medio de comunicación que iban a leer judíos, siempre he tenido muchísimo cuidado en poner D-os en vez de "dios" (antes sabía ese jaleo que hay con la "i", pero ahora se me ha olvidado: creo que es porque es una falta de respeto escribir Dios con la vocal "i" o algo por el estilo).
Ah bueno: y soy de esas ateas que no piensan que los creyentes son poco inteligentes o supersticiosos y que yo estoy en posesión de la verdad absoluta porque Dios no existe.
Yo comprendo que a mucha gente le molesten muchísimo las cruces. Que no soporten siquiera que su hijo esté mirando a Cristo crucificado todos los días cuando llega a clase. Pero a mí me jodería más que mi hijo saliera del colegio sin saber comprender lo que leen y sin la mente mínimamente formada. Se monta un pifostio a cuenta de unas figuritas de madera... y oye, curioso. De lo demás ni mú.
(Lo sé, me he ido por las ramas como siempre).
Llevamos más de veinte años oyendo hablar de educación, pero sólo para que los políticos que nos asolan se tiren los trastos a la cabeza unos a otros. Primero la LRU, luego la LOGSE, después la LOU, más tarde la LOE, ahora no se sabe cómo se llamará, pero de nuevo empiezan a discutir: que si la igualdad de oportunidades, que si las élites, que si los clasimos; y mientras nuestros niños y adolescentes cada día peor preparados: esta mañana oí decir a todo un licenciado que el pantano tal tenía una capacidad de diez HECTÁREAS CÚBICAS; ¡cómo para hablarle del ablativo absoluto (el Hac oratione habita, ... de Ciceron o Julio César) que me enseñaron a mis 16 años o preguntarle por Vermeer de Delf o Walter Gropius, a los que me presentaron en clase de Arte a los 17!
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