He empezado a leer Cosas que pasan, de Luis Goytisolo (Madrid, Ediciones Siruela, 2009), y me he encontrado con unas líneas alusivas a Jaime Gil de Biedma. En ellas sale, claro, la mujer de Luis Goytisolo, María Antonia Gil Moreno de Mora. Murió hace más de quince años; en 1993, y debí de enviarle al escritor una nota de pésame —espero que no muy engolada—, porque conservo en uno de sus libros, Estatua con palomas, una tarjeta con una palabra manuscrita: "Gracias".
María Antonia era hermana de Bel, la amante de Gil de Biedma; y Luis Goytisolo evoca, precisamente, ese momento de chispa entre tanta insulsez de la película de Monleón sobre el autor de Moralidades al que me referí el lunes, es decir, aquí abajo.
"Pienso en Bel, la hermana de María Antonia, en su apresurado matrimonio, en su inevitable separación, en la poco afortunada colección de amantes que no tardó en hacerse, precipitadamente, como azuzada por el modelo de pareja que veía en María Antonia y en mí, como intuyendo que iba sobrada de tiempo si quería encontrar algo parecido. Su relación con Jaime Gil de Biedma fue la más sonada, obviamente porque a Jaime no se le conocía aventura heterosexual alguna. El marido interpuso una querella por adulterio y Jaime y yo fuimos llamados a declarar en condición de testigos. En los juzgados, al cruzarnos con el marido, éste, con expresión de mordisco, espetó a Jaime: "¡Maricón!". La principal prueba de cargo era un poema dedicado a Bel, un Niña Isabel ten cuidado que resultó profético, ya que a Jaime le siguieron otros amantes, y cuando el coche que ella conducía se vio arrastrado por una crecida regresaba de encontrarse con el que iba a ser el último, no mejor elegido que los anteriores." (pág. 43).
Una coincidencia en la lectura. Cosas que pasan.
jueves, enero 28, 2010
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