viernes, agosto 21, 2009

Pan y cebolla

De vez en cuando, además de la medicación diaria —sólo una dosis variable de anticoagulante con acenocumarol y excipientes—, suministro a mi madre algo de música. Poco. Sé que le gusta, y que le recuerda a aquello que decía mi padre de que quien no aprecia la música no tiene corazón. Esta tarde le he puesto media ración del disco de Serrat dedicado a Miguel Hernández —o quizá mejor, de los poemas que Miguel Hernández dejó para Joan Manuel Serrat— y ha escuchado dos veces las “Nanas de la cebolla” con los subtítulos de su hijo diciéndole que ese poeta rojo murió en la cárcel por culpa de Franco —que le perdonó la vida—, y que desde la madrileña de Torrijos escribió a su esposa, Josefina, en septiembre de 1939, unas coplillas estremecido por saber que su niño Miguelillo y su mujer sólo comían pan y cebolla.
Mi madre me ha confesado que ha sentido ganas de llorar. Luego, ha puesto la tele, y en la tele, un programa, Sálvame, y un concurso, en el mismo canal, la Tele 5, en el que a una concursante le han preguntado cuántos pedos se tira de media un español al día (o al año; no sé). Es verdad.

© El dibujo a carboncillo, como todo el mundo sabe, es de Antonio Buero Vallejo, fechado el 25 de enero de 1940.

10 comentarios:

Fco. Gil dijo...

Lo de la Tele 5, como tú dices, es fiel reflejo de lo que nos asola por doquier: pan y circo, pero de lo más burdo.

Los viajes que no hice dijo...

Yo a este hombre le tengo cariño por varias cosas. Entre ellas, porque luego, mucho después de leerlo por primera vez (que eso fue cuando era chica), me enteré de que el abuelo de un muy querido amigo mío fue, a la vez, muy querido amigo de Miguel Hernández. Eran los dos del mismo pueblo, estuvieron en la misma cárcel y la abuela de mi amigo les llevaba lo que podía y le dejaban. En su casa hay cartas del poeta... y luego, por estas cosas que pasan, mi amigo organizó, con la Fundación Miguel Hernández, unos actos que hubo hace relativamente pocos años en su memoria.

Arthur dijo...

El error es simplemente encender la tele. Habiendo internet, son ganas de amargarse la vida...

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Miguel Hernández fue un hombre de corazón brioso y coherencia sutil e intachable en el amor, en la guerra y en la muerte. El hambre, las penurias, la voz. Conviene recordarle en el 2010, fecha de celebraciones con referencia a su persona y obra literaria como el poeta valiente y generoso que dejó con su vida y poemas un testimonio humnanísimo por el que se derraman los más encomiables valores, la amistad, la justicia, la compasión y la lealtad.

Yo me he inoculado conduciendo el coche ese recitar de las Nanas de la cebolla o la elegía a Ramón Sijé o algún soneto o Vientos del Pueblo y he temblado de emoción y empatía. Recuerdo una versión preciosa de las nanas entre Serrat y Alberto Cortez magnífica, pero hay muchas más.

Triste es que las estructuras de poder y contrapoder manoseen y busquen rentabilidad en la figura de un hombre-niño, como Miguel, cuya precisión y maestría con la palabra dada solo era equiparable a su voluntad irrenunciable a mejorar la convicencia de los suyos y a vivir en una tierra de justicia, pan y dignidad.

Un abrazo grande, compañero del alma, compañero.

Víktor

José Manuel Díez dijo...

¿Quién no se emociona con Miguel Hernández?... He visto llorar con sus versos a muchos hijos y nietos de los que lo encarcelaron y dejaron morir... y a mí también me ha hecho llorar no sólo por tristeza, sino por belleza.
Hechos así me hacen creer que la poesía puede cambiar ciertas cosas, aunque sea a nivel individual, sin aspirar a lo social, de uno en uno...
Para mí es un honor y un placer incluir siempre algunos de sus poemas en mis recitales.
Muy pronto cumpliré la edad que él tenía al morir... y, sólo de pensarlo, me siento muy pequeño como hombre y como poeta.

PPK dijo...

Yo, que por mi profesión de "maestro" (¡qué palabra tan bonita!) de literatura tengo que leer las Nanas, al menos una vez al año, me sigo emocionando y se me hace un nudo en la garganta de manera inevitable. Totalmente de acuerdo en la versión de Serrat y Cortez.
¿Alguien podría resumir mejor la vida y la poesía que el oriolano en su poema "Llegó con tres heridas"?
Yo me apunto a su homenaje en octubre del 2010.
¿No se podría hacer algo en la facultad, Miguel Ángel?
Un saludo.

Miguel A. Lama dijo...

Una curiosidad. Pablo Guerrero musicó a Miguel Hernández antes que lo hiciese Serrat. El disco se iba a titular TIERRA; pero la censura no le permitió grabarlo. (Wikipedia)

Anónimo dijo...

A mi,lo que me llama la atención es que te ocupes de tu madre con ese cariño.NO es lo habitual en estos tiempos.ojalá cunda el ejemplo.

Miguel A. Lama dijo...

PPK, sí, podría hacerse algo en la Facultad sobre Miguel Hernández, y hay su justificación —innecesaria— extremeña; pero ¿quién?

Víktor Gómez Valentinos dijo...

En Valencia hemos articulado una coordinadora de trabajo para durante todo el año 2010 realizar diversos actos en relación a la persona, obra poética (poesía, cartas, etc.,) y legado de Miguel Hernández.

A más de informaros podemos ver de preparar alguna conferencia que aproxime al poeta y revise su trayectoria artística, vital y política.

Un abrazo,

Víktor