Tanto la sustantivación del adjetivo como el uso de la preposición hacen de esto un motivo de conversación entre los amantes de la gramática. Perdón, entre los amantes no, entre gente aficionada. Ni eso, entre los que quieran hablar de ello.
“El mamón de Lama” —la SER, especial Mundial de Fútbol de Alemania, 15:35 aprox., 18.06.2006— responde al cariz del lenguaje deportivo radiofónico que no es otro que el propio de su objeto, bien sea en el terreno de juego o en la grada. “El mamón de Lama” es como “El cabrón del árbitro” o “El manta de Cañizares”, pero en el caso del periodista de la SER que se lo dice a su compañero Manolo no hay una intención insultante, sino cariñosa. Cosas del lenguaje. Es lo que tiene el deportivo, el lenguaje deportivo radiofónico, tan premiado y tan reconocido. Y tan desmesurado.
Hoy, que he leído la impecable despedida de Sebastián Serrano, el Defensor del Lector de El País, me pregunto por qué en otros sectores de la información están o han estado permitidos la publicidad de los puritos, un brandy ‘cosa de hombres’, la noticia no contrastada o el lenguaje soez.
Lo insoportable no es eso, sino que después de tanta incorrección, sólo los mareos de Ronaldo, lo circunspecto de Raúl, la contención de la euforia, los destinos de los jugadores en su día de descanso..., y poco de fútbol, del verdadero. Así, claro, en todos los sitios. Oé, oé, oé.
domingo, junio 18, 2006
El mamón de Lama
Publicado por Miguel A. Lama en domingo, junio 18, 2006
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