Releo y disfruto este Oeste (Valencia, Pre-Textos, y Editora Regional de Extremadura, 2013), último libro de Pureza Canelo, para sostener unas palabras que me sirvan para acompañarle en su presentación en este oeste cacereño y en el abril del libro. Será el día 26 de este mes, San Isidoro, a las siete y media de la tarde en la carpa de la Feria del Libro en Cánovas. No hace tanto que Pureza Canelo reunió en un volumen sus Cuatro poéticas, es decir, sus libros Habitable (1979), Tendido verso (1986), Tiempo y espacio de emoción (1991) y No escribir (1999). Lo digo por lo que Oeste tiene de quintaesencia; perdón, de quinta poética; incluso por su vuelta al verso tendido, como prosa y verdad. Son treinta textos en prosa, treinta poemas derramados, a los que se une un texto en verso, el primero, que sirve como pórtico, y que se trae de su libro A todo lo no amado (2011) —«Mi Oeste»—, que aventuraba este sincero pacto personal con la memoria de Pureza y con su afán poético. «Hacia poniente asumo el destino de servir a la palabra en el origen, ancestros, esfera oeste» (pág. 31, del poema «Vendrá»). Aun en el caso seguro de que este libro haya sido reescrito enteramente o por partes lejos de la geografía que fija —el Oeste extremeño— se siente su espacio a cada línea o verso no sangrado. Como si Oeste fuese la acuñación cartográfica de una pasión. Pero la pasión es la escritura. Oeste es poniente, y parece remitir a lo que declina. Podría ser una explicación de esta vuelta poética al origen de quien escribe que "Mi oeste para siempre con la condición de que eso quiero ser"; pero también «Crepúsculo», el título de un poema central, es aurora y palabra inaugural. Celebración, pues, por encima de todo.
2 comentarios:
Tengo la duda de la edición, ¿por qué no salió directamente en la Editora?
No lo sé. Pero la Editora también va a publicar su poesía completa.
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