Este libro se abre con una foto de grupo de la que se enumeran algunos casos de enajenados mentales de la tradición culta. De Torcuato Tasso o el Marqués de Sade hasta el protagonista de La vorágine de José Eustasio Rivera, asociado al Kurtz de El corazón de las tinieblas de Conrad, otra selva. Lo que pretende su autor, José Antonio Llera, es llamar la atención sobre el interés que el tema de la locura ha despertado siempre al hombre racional, y al artista como derivación no siempre lógica de éste. Atrae mucho el mundo subversivo y radical de la locura; pero también atrae cualquier ensayo que lo interprete. De ahí que la propuesta de Llera, rica y muy sugerente en referencias artísticas de todo tipo y signo, sea tan interesante. «Para comprender el secreto de la locura tendríamos que obtener una licencia de los dioses para descender hasta ella y volver sanos y salvos, sin el estigma ulceroso de los profanadores», escribe (pág. 123) en la tercera y última de las secciones de este ensayo sobre el que al principio pensé que se había montado sobre tres estudios separados. Sin embargo, basta con empezar a leer el libro —y de utilizar el comodín de la conversación telefónica con el autor— para confirmar que es una obra compacta; que no se trata de tres ensayos publicados o escritos por separado y ahora unidos. No. Es un ensayo con un mismo objeto desde el principio hasta el fin. Una propuesta de tematología de la locura que no pretende exhaustividad; pero logra la brillantez. Los tres pies del gato son el Quijote, Goya y el cineasta norteamericano Frederick Wiseman, el autor del documental Titicut Follies (1967), y son los ejemplos de trasvases entre los tres lados de esta reflexión tan numerosos que no es precisa otra argamasa para demostrar la cohesión del libro. Su cohesión y su sentido, pues al lector se le ofrece una buena exposición de estas maneras —de escritor, de pintor, de cineasta— de mostrar los rostros de la locura y un elogiable intento de interpretación más que convincente. Lucidez y cordura. Habría sido insoportable leer un ensayo contagiado de su propio objeto. Cada cosa en su sitio.
José Antonio Llera, Rostros de la locura. Cervantes. Goya. Wiseman, Madrid, Abada Editores, 2012, 192 págs.
1 comentario:
Lo de "rica y muy sugerente en referencias artísticas de todo tipo y signo" es marca de la casa "llerense". Esperemos que el libro reciba la atención que merece.
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