No hace muchos días estuve delante de esta frase de Jorge Luis Borges puesta en la fachada de una esquina de la Grand Rue de Ginebra, donde vivió el escritor argentino. "De todas las ciudades del mundo, de todas las íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el curso de sus viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad". No sé si la traducción es correcta; la foto, desde luego, no. A la vuelta, me acordé de John Berger. Curioso: de Borges a Berger, que un día fue a Ginebra a visitar la tumba de Borges. Berger, que escribió que la mayoría de las conversaciones y los argumentos políticos tiene poco que ver con la vida verdadera de las personas. La similitud gráfica de los nombres y apellidos de tan extraordinarios escritores no les acerca ni ideológica ni literariamente; pero a mí me ha bastado para relacionarlos.
2 comentarios:
Después de publicada esta entrada, leo la de Fernando Valls [http://nalocos.blogspot.com.es/2012/12/sobre-absolucion-de-luis-landero.html] que reproduce su reseña de la última novela de Luis Landero, ABSOLUCIÓN, y se ilustra con una foto en el mismo sitio. Me alegro.
Yo, no sé por qué, cada vez que leo algo sobre una ciudad, cualquier ciudad, me acuerdo de Kavafis. Las ciudades se llevan dentro, decía. O algo así. No sé si lo dijo: yo recuerdo que lo dijo, porque recuerdo que lo leí. Pero lo mismo ni fue él.
Da igual.
He estado en Argentina y he visto libros saliendo de la Biblioteca Nacional, de lo que fue la Biblioteca Nacional, ahora tan vacía hasta que llegó un artista y pensó que esas estanterías habían albergado volúmenes que volaron.
También estaba Borges.
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