viernes, noviembre 02, 2012

García Calvo


Se despiden Trino, Rueda y Lina, que, en nueve sesiones, han hablado de la Gramática y de la capacidad lingüística del hombre:

T. Bueno, habrá que separarse. ¿Os doy un beso de buenas noches antes de que acabe de salir el sol?
R. Ea, ea, muchachos, que las despedidas no hacen más que confirmar la fe en el tiempo. Vámonos ya adentro, separados los tres y juntos a la vez, a dormir la mañana (quien pierde su mañana, pierde su día —decía el otro) al son de la algarabía —¿oís?— de los gorriones que despiertan en las ramas.
L. Al sueño, al sueño, donde los nombres y los números naufragan.

(In memoriam: Agustín García Calvo, Del lenguaje. Madrid, Editorial Lucina, 1979, pág. 436)

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