domingo, noviembre 22, 2009

La novela de Luis Landero




He terminado de leer la nueva novela de Luis Landero, Retrato de un hombre inmaduro (Barcelona, Tusquets Editores, 2009). Es espléndida. Tiene la contención artística del maestro. Es más relato que retrato, pues ése es su tema: relatar, contar. De hecho, el protagonista lo que desea al final es que se haya captado "la música de mi voz". Y Landero vuelve a enfatizar en Cervantes: una galería de esos personajes magistralmente pintados por el autor, una serie de historias interpoladas con la libertad del que cuenta, un poema..., esa libertad creativa, esa intención.
Mis reparos no van contra nada que sea responsabilidad de Luis; eso espero. El primero, contra la solapa, en la que hay una errata en su pueblo de nacimiento, que es Alburquerque. Creo que desde la primera edición de Juegos de la edad tardía, hace ya veinte años, en la que se publicó "Albuquerque", no se había repetido. El segundo, contra la fajita lila de promoción que parece una liga de pega y en la que se lee que es una novela "lúcida e hilarante". Paso lo de "lúcida", como es natural; pero parece, sin negar esa hilaridad que provocan algunos textos de Landero, que el segundo adjetivo tiene una justificación publicitaria —falsa, por consiguiente—, ya que hacía tiempo que no me embriagaba tan profunda tristeza en las páginas finales de una novela brillante. Y el tercer reparo va contra la última de cubierta, en donde se destroza la lograda estrategia de construcción narrativa por la que el lector va conociendo poco a poco y con maestría quién habla, a quién, dónde y por qué habla. Y digo yo que si el novelista se afana en montar su relato en siete capítulos cuyos arranques son pespuntes para la armazón del marco total, no está bien que se te desvele todo en cuatro líneas solapadas, en plan spoiler. Si no, ¿por qué se pregunta en la página 16 si usted es aficionada a la música, por qué en el capítulo cuarto se oye llover y en el siguiente ha parado la lluvia; y por qué la persiana del capítulo sexto? Todo se desmonta en unas líneas que recomiendo evitar antes de leer la novela.
He terminado de leer la nueva novela de Luis Landero y otra vez me he acordado de Ángel Campos Pámpano. Hace un año que le vi por última vez, un sábado en Badajoz. Qué tristeza. Y ahora, encima, en el Retrato de un hombre inmaduro de quien fue su amigo, las nieves del Kilimanjaro. Leed esta novela. Un placer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Miguel Angel, la novela es fantástica y los de Tusquets han cometido un error en publicar ese texto de la contraportada que no tiene ninguna justificación.
javier castro

Anónimo dijo...

Quizá sería conveniente hacerselo saber a los señores de Tusquets, ¿no?