miércoles, noviembre 25, 2009

Juan Manuel Barrado y Javier Pérez Walias en Cáceres


2 comentarios:

"Entrecadáveres" dijo...

¿El “Walias” tiene algo que ver con la poesía o el arte? Escucho la tos triste de Breton en su tumba que ahora entiende por qué la dentición del buitre leonado sucumbe lánguidamente en las salas de baile para parejas tuertas adictas al Casares. Revivo mis infantiles terrores eclesiales al Apocalipsis...

Anónimo dijo...

Escribir poesía es mucho mejor que quemar bosques. Dejemos que el fuego de la palabra arda o intente arder lo suficiente, y que las palabras de fuego -pese a lo divertido de los juegos irónicos- no pasen de eso, de humor, que no desaires. Aquí nadie es puro, ni joven, ni lo parece...

¿Y cuando digitalicen tanto verso, habrá polillas capaces frente a ellos? Esa sí que me pareció siempre apasionante: la literatura quemada o perdida antes de llegar a nadie (los textos medievales perdidos, las bibliotecas hundidas por el tiempo, los días negros de un autor vaciando sus cajones...)