jueves, octubre 29, 2009

El secreto de sus ojos


Ayer vimos El secreto de sus ojos (2009) de Juan José Campanella. Me gustó mucho. Después de hablar de lo que más me ha gustado de una película, suelo pensar en el mayor responsable de todo lo que he visto, que, normalmente, suele ser el director. Casi siempre siento que me gustaría conocerle, invitarle a tomar una caña en mi ciudad, que venga a conocer esto. O encomendarle, si yo tuviese posibles, cualquier trabajo creativo. Campanella sacaría de todo de la realidad cotidiana, sin retórica. Ayer me conmovió uno de los personajes peor parados, interpretado por Guillermo Francella —que a mí se me parece a veces a Vicente Novillo, fíjate—, con su vulnerabilidad libérrima y con la humorada, entre otras, de la respuesta cuando descolgaba el teléfono de los Juzgados. Risas.
—Sanatorio de toreros, dígame —decía mi amigo Juanjo colocándose los auriculares sobre la cabeza como una montera cuando llamaban al bar de la Resi.
Potente, inverosímil, tierna, directa, realista, cómo no, inverosímil otra vez, no importa, bella, emocionante, sí. Buena. Hoy he aludido a la película en clase, por lo del lenguaje no verbal, por el secreto de los ojos, de la mirada. Cosas nuestras.
Recomendable. (Creo que se cae —ojalá no— hoy mismo de la cartelera de esta ciudad).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí no me pareció inverosímil, Miguel.
Me impresionó, tanto como la historia amorosa ("Temo"- "Te amo")el de la venganza de ese marido que forma parte de la trama de novela negra,tan estupendamente combinada con la amorosa.
Y ese "Pánfilo..." qué maravilla, no se puede expresar más con menos.
Emocionante película. La vi cuando la estrenaron, y aún me dura el impacto de los primeros planos de los ojos.

Miguel A. Lama dijo...

Es inverosímil encontrar la aguja en el pajar del Huracán, en un estadio de fútbol lleno de miles y miles de personas. La economía narrativa lo exige, y vale. No le pongo pegas. Hay más cosas inverosímiles...; más bien, fantásticas y poéticas, por si resulta menos crítico. Me gustó mucho.

Anónimo dijo...

Inverosímil, sí, pero, como dices, bellA.
En fin, A pesAr del tiempo, no se puede cAmbiAr de pAsión...
Desde mi opinión, preciosA.

Gracias por estas recomendaciones, Lama.
Espero que estés bien.
Saludos.
Diana Bermejo.

Miguel A. Lama dijo...

Gracias, Diana, por el comentario. ¿Qué tal todo? Manda algún correo de vez en cuando, o comentarios aquí, que siempre son agradables.