miércoles, septiembre 10, 2008

Álvaro Valverde

Hablaba ayer por la mañana con Álvaro sobre asuntos relativos a estas tareas compartidas de la edición pública o institucional. Una coedición en marcha entre la Editora Regional y la Universidad, un apunte sobre un informe que me solicitó, e incluso otros proyectos en los que personalmente, como coautor, estoy concernido. Horas después, por la tarde, a mi requerimiento, me contaba desde Plasencia cómo le habían comunicado su cese. No daré detalles de las formas. Indignas.
Dentro de unos diez días iban a cumplirse los tres años desde su nombramiento; al menos, desde la noticia de su nombramiento. Me he acordado de aquel elogio de Antonio Tejero de septiembre de 2005; y que hoy cobra más sentido.
Álvaro heredó en su encomienda el legado de un amigo como Fernando T. Pérez. Esa herencia se tradujo en la pervivencia de los proyectos ya iniciados y también en la fidelidad con la que ha mantenido la línea editorial que ha llevado a la ERE a prestigiarse en el mapa cultural español. Pero, con el tiempo, la nueva dirección de la Editora de Extremadura debía ir manifestando sus maneras, y proponer proyectos distintos, nuevos modos de mantener y superar el nivel que había alcanzado una de las editoriales públicas mejor consideradas fuera de la región. El nombre de Álvaro Valverde, uno de los poetas de Extremadura más estimados en el ámbito nacional, ha venido siendo garantía de ese propósito.
Así, ha potenciado las coediciones —doy fe de ello en lo que se refiere a varios títulos que en los últimos años hemos publicado—, ha mantenido el mimo y el rigor de la colección de facsímiles La Biblioteca de Barcarrota con la publicación de la Lingua de Erasmo, ha alentado el reconocimiento de la obra de autores sobresalientes ya desaparecidos, como Juan Manuel Rozas o José Antonio Gabriel y Galán, cuyo Diario póstumo ha recibido el reciente Premio Extremadura a la Creación; y puede, en fin, enorgullecerse por haber mantenido el nivel literario de colecciones como “Vincapervinca”, con la publicación del monumental Razón de mudo de Agustín Villar, o como la de “Poesía” con la publicación de textos de Alex Chico, de José Antonio Llera o de Antonio Méndez Rubio.
Somos contingentes, sí; pero la labor de personas como Álvaro Valverde en beneficio de la comunidad, sin afanes espurios, con muchas horas dedicadas a la Consejería fuera de sus tareas estrictamente editoriales —doy fe de ello, también—, incluso por el mero hecho de que su nombre literario ya era blasón de Extremadura en cualquier escenario, merecía mejor trato a la hora de comunicarle un cese lamentable. Los modos políticos..., tan de actualidad y tan de espaldas a la excelencia y solvencia profesionales. Lástima.

Fotografía © Francis Villegas. El Periódico Extremadura.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Echaremos de menos a A.V.como editor,pero seguiremos disfrutando de el como poeta nolejos de aqui.LA POLITICA...

Anónimo dijo...

Álvaro Valverde, me parece - aparte de un Poeta de primerísima fila del que podemos sentirnos orgullosos- un hombre íntegro y honrado con una trayectoria al frente de la Editora Regional impecable y rigurosa.Sólo conozco de su destitución lo que he leído por la prensa y en tu blog, desde la distancia.Me parece lamentable - hablo como extremeña- que se prescinda así, de Personas así.

Efi Cubero

Anónimo dijo...

Una verguenza no solo por los modos también por lo que representa. El tener al Sr. Valverde al frente de la editorial era un lujo; quizás demasiado para la pobre y triste política extremeña.

Así nos va los últimos de España y pronto de Europa. Y yo que creía que el clientelismo era cosa que ya sólo se veía en el "Cuéntame"....

Anónimo dijo...

Acabo de enterarme y no puedo creerlo. O quizá sí que puedo creerlo. Espero que el próximo director de la ERE no tenga acciones en güiquipeya o como narices se diga eso. Lo siento por Álvaro, por la Editora, por Extremadura y por todos nosotros.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Contingentes hay muchos, pero me cuesta pensar que en Extremadura haya banquillo de sobra como para sustituirlo con su nivel y su capacidad.

Anónimo dijo...

¡Qué hipocresía hay repartida por el mundo! ¿Quiénes le ha destituido? ¿Sus amiguitos los socialistas? La vida pone a cada uno en su sitio.

Anónimo dijo...

He leído la noticia con sorpresa pero aún me ha extrañado más la afirmación de Alvaro en su blog en la que dice que ahora recupera la libertad para criticar y que ha comido muchos sapos.
Me entristece leer eso ya que desconocía que estuviera preso en su despacho, obligado a subsistir con un menú de batracios y sin poder, como hemos hecho los demás tantas veces, opinar y decir humilde y alegremente lo que se piensa. Es bueno que por fin Alvaro recupere esa libertad tan necesaria ya que creo que es un poeta hondo y necesario y una voz que siempre querré escuchar.

Anónimo dijo...

"opinar y decir humilde y alegremente lo que se piensa"

Y lo dice un anónimo.

La gente tiene una jeta...

Miguel A. Lama dijo...

Pues la verdad es que sí, que lo diga un anónimo... Pero también quien se lo afea lo hace desde el anonimato. En fin... Hay que respetarse. Y coherencia.

Anónimo dijo...

¡Alucinado y desconsolado! Noson estas las maneras para con uno de nuestros intelectuales y gestores culturales más reconocidos de Extremadura, tanto allá como fuera. ¡Así nos va muchas veces! El caínismo politiquero. Tal vez le estén haciendo un favor al creador, al gran poeta que es Álvaro Valverde.
Antonio Flórez

Anónimo dijo...

Quizá sea su opinión sobre la eliminación de otros autores de ámbito nacional del panorama educativo extremeño, quizá su postura de falsa humildad, quizá su provincianismo... quizá, quizá, quizá...

fernando castro flórez dijo...

vuelvo mandarte, querido Miguel Angel Lama, un comentario que tengo la impresión de que no te llegó la semana pasada. Considero lamentable el cese de Álvaro Valverde que estaba, realmente, realizando una espléndida labor al frente de la ERE. Como todo el mundo sabe se trata de una figura crucial de la literatura no solo extremeña sino nacional. Soy, desde hace muchos años, un lector de su poesía y le admiro profundamente. Hace tiempo teníamos además una singular cercanía. Aunque hace tiempo que no nos tratamos quiero que sepa que deploro las formas que han empleado en su cese. Desde la distancia contemplo con enorme desazón los acontecimientos culturales en Extremadura que es, a fin de cuenta, el lugar donde nací y me crié. Este es un episodio más que me lleva a pensar que las cosas se hacen obstinadamente mal. Ojalá lleguen los políticos algún día a contemplar toda la torpeza que han empleado en su gestión. En cualquier caso, seguro que Álvaro seguirá desplegando su hermosa y meditada poesía. Como lector de sus libros se lo sigo agradeciendo.
fernando castro flórez.

Miguel A. Lama dijo...

Pues no, querido Fernando —¡cuánto tiempo!—, no me llegó tu comentario anterior. Estoy contigo en el lamento, en las formas, y en esa desazón. Un saludo, y me alegra leerte tan de cerca.