domingo, julio 13, 2008

Un novio para Yasmina

Quizá a alguno le parezca que todas las razones para recomendar una película como Un novio para Yasmina han de ser de carácter cinematográfico. Y así es, más o menos. Y eso, más o menos. Porque para alguien de aquí, de Extremadura, el primer largometraje de Irene Cardona ofrece otros atractivos. Ser la primera película de alguien que ha demostrado ya saber moverse en este campo; ser la primera película producida por Tragaluz, en este empeño, en colaboración con Tangerine Cinema Services, y con apoyo público de instituciones extremeñas. Del lado más personal de este espectador, ser lo suficientemente cercana como para conocer algunos escenarios y a un buen puñado de actores, desde mi ‘primo’ José Antonio Lucia, pasando por Paca Velardiez o Fermín Núñez, a quienes he tenido la suerte de conocer subidos a muchos escenarios de teatro; hasta las apariciones esporádicas de personas conocidas como Alejandro Pachón, Fulgencio Valares, Carmelo Sayago, con unas frases, o de Pilar Bacas o Paco Espada, entre otras. Pocas veces tiene uno la ocasión de señalar con el dedo a la pantalla en una sala comercial porque ha visto una cara conocida.
La propuesta de Irene Cardona de dividir la historia en secuencias episódicas variadas, en tono, duración e intensidad, tiene sus ventajas y su riesgo. A mi modo de ver, es la clave de que la gente salga del cine con una sensación muy agradable, que ya está bien. También de que seamos conscientes de los problemas que puede tener a veces reducir el lenguaje cinematográfico a la mínima expresión del sketch; pues se trunca el desarrollo de los matices de ciertas relaciones entre personajes, o se abusa de lo implícito, que ahorra tantas cosas que a veces puede dar la sensación de precipitación, como me ha parecido ver en el final de esta notable opera prima.
Palabras mayores para la interpretación de actores como María Luisa Borruel —Biznaga de Plata a la Mejor Actriz en el Festival de Málaga—, Francisco Olmo, José Luis García Pérez o la luminosa Sanaa Alaoui; y para esa necesidad que todavía algunos creadores tienen de ofrecer estética y disfrute sobre una base ética, y que para éste que vio la película fue la razón principal de atender a todos los detalles. Tiene muchos.

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