domingo, julio 22, 2007

Algarve


Hemos estado unos días en toda la orilla baja de Portugal, y hemos tomado como centro un pequeño núcleo al lado de Tavira. El domingo 15 de Julho compré El País (cuarenta y cinco céntimos de euro más caro que en España, ya que ser suscriptor —de cupones— allí no vale) y el Diário de Notícias con las declaraciones de José Saramago en portada “Portugal acabará por integrar-se na Espanha”. Leí casi toda la entrevista –cuatro páginas del rotativo— ese mismo día en Lagos, donde comimos, y toda la semana he seguido la sección específica abierta por el DN sobre la ‘polémica’ por las declaraciones del autor de O Evangelio segundo Jesus Cristo. Ese mismo día me llamó mi amigo Ángel Campos Pámpano, que estaba en ‘España’, cerca de La Codosera, al lado de ‘Portugal’, y le referí en primicia lo de las declaraciones de Saramago. Noté cierta indolencia en él ante el hecho, como el que vuelve a saber algo ya manido. Para mí Ángel es mi referente ‘portugués’; pero su indiferencia o distancia —y seguro que no soy preciso— no es la mía, y, por eso, me apasioné con la idea ibérica de Saramago. Carmen asentía también cuando comentábamos las declaraciones del Premio Nobel. Es más, Carmen me había dicho días antes que Portugal y España deberían ser la misma ‘cosa’. Lo dijo sin matices, como supongo que lo dijo Saramago, y por ello la polémica.
Hoy, domingo 22 de Julio, El País trae en portada la muerte de Jesús de Polanco y abre Internacional con “La unión de España y Portugal, a debate”, con un texto de Miguel Mora y otro de Miguel Á. Villena, a costa de lo dicho por Saramago hace una semana. Me agrada la idea de hablar sobre Portugal y España, de vivirlas, y tengo amigos que la viven de otra manera. Ojalá no quedase esto en la crónica de una estancia. Que perdure el pensamiento común. En definitiva, la unión la hacemos los que no somos nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Portugal fue parte de España y cuando hubo unión política hubo, desgraciadamente, aniquilamiento cultural del país absorbido. Estoy de acuerdo en que España y Portugal deberían ser la misma cosa, así que vamos a empezar a enseñar portugués desde Badajoz hasta el cabo de Creus. Pero mucho me temo que haya quienes creen que ese SER LO MISMO significa QUE LOS DEMÁS SEAN COMO NOSOTROS y que serán los portugueses los que tendrán que aprender castellano y que cada vez que una señora de Viseu vaya a comprar a Zamora habrá alguien que le pedirá que hable "cristiano".

Declaraciones como las de Saramago están bien para remover las conciencias, pero como propuesta de futuro me parece inviable hasta que los españolitos no aprendan a respetar las culturas ajenas

RAIKO dijo...

Portugal y España... Bendita diferencia, profesor Lama, bendita diferencia. O eso espero...

Anónimo dijo...

También yo acabo de llegar de pasar unos días en el Algarve y de recorrer desde el Cabo de San Vicente hasta Tavira, comiendo brochetas y doradas, chapurreando el "portuespañol" y dándome cuenta de lo a gusto que se encuantra una aquí al ladito. Me alegro de haber disfrutado de lo diferente estando y sintiéndolo tan cercano.
Salud.
Gema